Arrastró a una perra con una motocicleta, en la cabecera municipal de Coatetelco.
Zona surponiente.- Un hombre fue vinculado a proceso por presunto maltrato animal, cometido en la cabecera de Coatetelco.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que durante la audiencia inicial se imputó a José Eduardo “N”, de 30 años de edad, por actos de crueldad en contra de animales domésticos.
Como se recordará, entre el 11 y el 12 de septiembre de este año difundieron un video –a través de redes sociales– un video en el que un motociclista y un menor de edad arrastraban sobre el pavimento a un perro.
Por ello, la Fiscalía abrió una carpeta de investigación para dar con el paradero de la canina y las personas involucradas en el caso.
Posteriormente, la Policía logró localizar a la hembra de raza criolla, color blanco con manchas negras, de un año tres meses de edad, identificada como “Chetos”, en una casa de la cabecera de Coatetelco.
También localizaron a las personas que aparecen en el video, identificadas como José Eduardo “N” y su sobrino, de 11 años.
l confirmarse la edad del niño, se convirtió en inimputable, pero su tío es acusado de actos de crueldad animal, por lo que el juez lo exhortó a presentarse a cada uno de los llamamientos judiciales siguientes.
En la misma audiencia, el juzgador resolvió vincular a proceso a José Eduardo “N”, de oficio albañil, y concedió un plazo de dos meses para el cierre de la investigación complementaria.
Respecto de los hechos, se dio a conocer que entre las 11:30 y las 12:00 horas del pasado 10 de septiembre, el ahora imputado almorzaba en el puesto de comida de su hermana (quien es dueña de “Chetos”).
Al darse cuenta de que su mascota entraba y salía del domicilio, la mujer pidió a José Eduardo “N” que llevara a “Chetos” a casa de otro hermano, en la colonia Narvarte de Coatetelco.
El hoy imputado subió a su motocicleta, acompañado de su sobrino, atando un cordón al cuello del animal, que después arrastraron.
El hecho fue captado por personas diversas sobre la calle Sin Nombre de la colonia Narvarte.
Aun cuando José Eduardo “N” se percató del sufrimiento y de los aullidos del canino, continuó su camino, provocando lesiones a "Chetos", en su mayoría no graves, únicamente superficiales.