Entre la incredulidad y el dolor, se realiza la remoción de escombros en la “zona cero” y autoridades evalúan daños.
Totolapan.- Entre el dolor y la frustración despertaron habitantes de este municipio ayer, martes, un día después de la explosión en un taller de pirotecnia que dejó un saldo de siete personas sin vida y 15 con heridas.
En el lugar de los hechos, fuentes consultadas por La Unión de Morelos informaron que los fallecidos eran cuatro integrantes de la familia Carranza y tres trabajadores.
Vecinos intentaban realizar sus actividades con normalidad, pero la tristeza era evidente en más de uno y no daban crédito a la tragedia que había ocurrido apenas unas horas antes.
“Sí nos asustarnos mucho, la verdad… Yo vivo detrás del cerrito y hasta allá se escuchó el cimbrar de la explosión. Nosotros pensamos que había sido el volcán, pero cuando vimos la nube de humo, pensamos explotó algo. Era con los del cohete”, comentó una vecina que seguía sin creer lo acontecido.
Otros habitantes expresaron que la población entró en pánico al percatarse de que el accidente había ocurrido en una de las viviendas que se dedican a la fabricación de productos elaborados a base de pólvora.
Al respecto, un testigo relató: “Corrí a ver a mis vecinos, que estuvieran bien, llegué a auxiliar donde ocurrió la explosión. Fue fuerte porque destruyó dos viviendas; subí a apagar las llamas con los vecinos”.
En pleno incendio, decenas de personas se acercaron a la casa, la última de la privada. Hallaron la construcción en ruinas: partes de loza y las paredes colapsaron dejando a las víctimas atrapadas entre el fuego.
Una mujer aseguró que “en el taller estaba Demesio Carranza, dueño del negocio; Margarita Vergara, su esposa; Jorge Negrete, su cuñado; Paco Rosas, sobrino, y sus trabajadores conocidos como ‘El Patito’ y ‘El Coyote’ y una bebé de un año y medio”, dijo. Todos fallecieron.
Además, 15 personas que resultaron heridas durante la explosión.
Con cuberas de agua de una cisterna y tres pipas, el incendio logró ser controlado.
Momentos después, algunos habitantes entraron a la propiedad para sacar los cuerpos; uno de los ahí presentes aseguró: “Empecé a escombrar, rompí una loza; encontramos un pie, una mano y un cuerpo… Como una hora lo tuve que cuidar; hasta que llegaron las personas especializadas me retiré”.
Debido a la fuerte explosión, restos de estas personas quedaron esparcidos en las calles, azoteas, patios de las moradas y en algunos árboles.
“Venía yo avanzando y sí había cachos de personas. En una calle encontramos parte de una mano y la resguardamos por los animalitos y después llegó Semefo para levantar esta parte humana”, comentó un hombre.
Después llegó personal de la Fiscalía Regional Oriente y comenzó a sacar los cuerpos; dos estaban completos, mientras que los demás quedaron en varias partes.
Cuando los peritos se llevaban a los finados, los pobladores impidieron la salida de las unidades.
Al respecto, un testigo comentó que “una hora tardaron, ya que más de 500 personas no querían que se llevaran los cuerpos, pero se logró hasta que llegaron a un acuerdo”.
La mañana del martes, el día después de la tragedia, vecinos, agentes de Protección Civil, elementos del Ejército mexicano, de la Guardia Nacional, de la Comisión Estatal de Seguridad y de la Coordinación Estatal de Protección Civil Morelos continúan con la remoción de escombros y la búsqueda de partes de las víctimas. Además se evalúan daños en inmuebles del barrio Santa Bárbara, el epicentro de este hecho que llenó de luto al municipio.