Agentes municipales y elementos del estado se trasladaron a la calle Vicente Guerrero, y al llegar observaron que había más de 20 casquillos tirados en el lugar, además la fachada de la morada marcada con el número 42 presentaba orificios, ocasionados por disparos con arma de grueso calibre.
Los uniformados se encargaron de acordonar el lugar, mientras llegaban las autoridades correspondientes para que recogieran la evidencia e investigar el móvil de este ataque.