Una fuente oficial consultada por La Unión de Morelos confirmó que en relación con el año 2010 el número de personas desconocidas y no reclamadas por algún familiar se incrementó en más de 200 por ciento al pasar de diez a 34 casos.
En este tenor, destacó que existen casos de víctimas de homicidio identificadas a través del Sistema de Huellas Dactilares, que contaban con antecedentes penales, pero aun con esta información ninguna persona se presentó a reclamar los cuerpos.
“La ley establece un término de dos meses para reclamar el cadáver de una persona y después de ese lapso son inhumados. Sin embargo, en algunos casos se esperó hasta seis y ocho meses para sepultarlos”, refirió el entrevistado.
“La inhumación de cada víctima tiene un costo al erario público de alrededor de cinco mil pesos”, agregó el servidor público al confirmar que el pasado 28 de diciembre diez cadáveres no identificados fueron enterrados en la ciudad de Cuautla.
En la zona metropolitana existen 11 cuerpos no identificados y en la zona sur poniente, otras tres personas; entre éstas están dos mujeres asesinadas de manera violenta cuyos cuerpos permanecen como desconocidos, y se está a la espera para disponerlos en una fosa común.
De acuerdo con el especialista, la mayoría de los decesos está relacionada con homicidios de alto impacto y es el reflejo de la disputa entre grupos antagónicos por el control del narcotráfico en el estado de Morelos.
Cabe destacar que aunado a este número oficial de víctimas, existe una cifra desconocida de personas asesinadas y halladas en una “narcofosa” en el municipio de Puente de Ixtla por la Procuraduría General de la República (PGR).
Los cadáveres se encuentran depositados en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de la zona sur desde el pasado mes de septiembre del año 2010 bajo resguardo de la fiscalía del estado.
Hasta el día hoy, la PGR no ha informado sobre el avance de la investigación clasificada bajo el numeral PGR/SIEDO/UEIDCS/4325/2010.