Fue alrededor de las 9 de la noche del sábado, cuando una llamada telefónica se registró al sistema de emergencias 066, para informar que un grupo armado se había metido a las oficinas de la Policía Ministerial y se habían llevado las armas.
En cuestión de minutos llegaron agentes municipales, policías estatales y militares, quienes se entrevistaron con José Guadalupe Granados, el cual manifestó que salió de su base para comprar de cenar, pero al regresar encontró todo en desorden.
El agente al revisar el cajón de su escritorio, se dio cuenta que se habían llevado su pistola Pietro Beretta calibre .9 milímetros.
A pesar del operativo que implementaron los policías no lograron ubicar a él o los responsables del hecho.