Para los responsables de estos asesinatos no les ha importado si es a plena luz del día o noche, si el lugar del hecho es en la calle, un hotel, domicilio, fraccionamientos con vigilancia privada, poblados o en colonias populares; no hay nadie quien los detenga.
El dos de octubre, una mujer de 78 años de edad de nombre Juana, fue asesinada junto con su nieto en el campo “Los Estanques” de los Ejidos de Tehuixtla, municipio de Jojutla. Las víctimas viajaban a bordo de un vehículo tipo “Buggy” cuando fueron interceptadas por un grupo armado. En el sitio quedaron regados más de diez casquillos calibre .38.
Extraoficialmente se supo que al parecer, estas personas fueron acribilladas a tiros a consecuencia de la denuncia que realizaron en contra de una célula criminal que operaba cerca de la zona. Presuntamente las autoridades informaron que los homicidas huyeron en un vehículo rojo.
Cinco días después, Ofelia de 62 años, propietaria de una cadena de negocios de autopartes murió al recibir varios impactos de bala. La occisa fue atacada por sujetos armados durante la tarde, cuando llegaba a su domicilio ubicado en el fraccionamiento Tarianes, del municipio de Jiutepec.
Las autoridades informaron que la empresaria, ya había sido víctima de un secuestro. Los criminales escaparon en una camioneta roja; de acuerdo a la versión de testigos. Los casquillos que embalaron los peritos fueron de calibre .9mm.
Un hecho estremecedor fue el homicidio de Nayeli de 25 años, quien murió junto con su hijo de 11 meses, al cual trató de proteger al abrazarlo.
El ataque ocurrió el diez de octubre, en el fraccionamiento Paseo del Río, del municipio de Emiliano Zapata, supuestamente entre células criminales, que también cobró la vida de otros tres hombres. A los pistoleros no les importó que hubiera niños y mujeres. Las armas que utilizaron fueron de grueso calibre 7.62, .223 y 32. Los agentes en el interior de la morada encontraron armas, cartuchos y droga.
La noche está para descansar y al parecer es lo más conveniente por la inseguridad que se vive en Morelos. Esto debido a que durante la madrugada del 14 de octubre, en la colonia Otilio Montaño de Tlaltizapán, Janeth de 18 años de edad y tres personas más viajaban a bordo de un automóvil cuando fueron atacados a tiros por al menos cuatro hombres.
Durante la agresión, la joven murió al recibir impactos de bala, asimismo los responsables escaparon en un automóvil Jetta, color gris.
En el siguiente hecho, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) no especificó la edad de Ana María, quien tenía entre 50 y 60 años.
Fue durante la madrugada del 17 de octubre en el hotel “Los Flamingos”, ubicado en la carretera federal México-Acapulco, a la altura de la colonia Francisco Villa de Xochitepec, en donde ocurrió el crimen de esta persona que recibió impactos de bala en la cara. Ana María contaba con antecedentes penales por el delito de posesión de vehículo de procedencia ilícita. En la habitación había seis casquillos calibre .45, ocho bolsas de cocaína y dos de piedra.
Al día siguiente, en el hospital comunitario de Temixco falleció Maricela de 52 años, vecina de la colonia Lomas del Carril. En relación al caso, el esposo de la occisa comentó que durante la mañana habían llegado tres hombres con el pretexto de que Maricela les hiciera una “limpia”.
Sin embargo, el objetivo de estos individuos era hacerle daño a esta mujer, quien recibió una herida en el cuello con un arma blanca.
Otro feminicidio fue el de una persona de 20 a 25 años de edad, la cual hasta el día de hoy está en calidad de desconocida. Fue en la colonia Ampliación Civac de Jiutepec, en una calle sin pavimentar, a un lado de una casa en construcción, que en la maleza fue encontrado el cuerpo de una mujer envuelto en una cobija. De acuerdo con los resultados de la necropsia, la fémina murió por estrangulación.
Un caso de saña fue el asesinato de Emilia de 43 años de edad, vecina del barrio San José, del municipio de Huitzilac. La occisa tenía el rostro desfigurado al ser golpeada con un objeto duro. El o los responsables la fueron a tirar en la calle Tres Marías, en el barrio La Cruz de Huitzilac, durante la mañana del 28 de octubre.
Para terminar la racha violenta, las víctimas número nueve y diez fueron en los municipios de Tlaquiltenango y Yecapixtla.
La primera fue una fémina de nombre Hortensia de 30 años, quien tenía un impacto de bala a la altura de la espalda. El asesinato fue en el interior de su vivienda, ubicada en la calle Isabela La Católica, de la colonia Gabriel Tepepa. Afuera del domicilio, los peritos recogieron dos casquillos calibre .25, uno sin percutir.
Y en Yecapixtla se trató de una persona de 40 a 45 años de edad, con golpes en la cabeza.
Los municipios en donde se cometieron los crímenes fueron Jojutla, Jiutepec, Emiliano Zapata, Temixco, Tlaltizapán, Xochitepec, Huitzilac, Tlaquiltenango y Yecapixtla.
Las armas de fuego que utilizaron los asesinos en algunos casos fueron .38, 9mm, 7.62, .223, .32, .45, .25. Edades de las víctimas 18, 25, 30, 43, 52, 62, 78.
Seis féminas fueron asesinadas a tiros, dos por golpes, una estrangulada, una con arma blanca.
En el caso del fraccionamiento Paseo del Río de Emiliano Zapata, dentro de la propiedad había droga, armas y equipo táctico, mientras que en la habitación del hotel “Flamingos” de Xochitepec, había droga.