En uno de los casos se comprobó la participación de Alejandro Moreno Álvarez y Rey David Sotelo Dueñas en el asesinato de un taxista ocurrido en el año 2009, en el municipio de Miacatlán.
Los individuos le solicitaron un servicio y antes de llegar al lugar lo obligaron a cambiar de ruta para privarlo de la vida y apoderarse del vehículo, el cual vendieron en el Estado de México.
El Juzgado Mixto de Primera Instancia del Segundo Distrito Judicial impuso una pena de 48 años y seis meses de prisión a cada uno de estos asesinos, por los delitos de homicidio y asociación delictuosa.
Cabe destacar que en el crimen participó un tercer hombre, mismo que al seguir su proceso, en el interior del Centro de Reinserción Social “Morelos” se quitó la vida, en abril de 2013.
En un segundo caso, se obtuvo una pena de 26 años y tres meses de prisión en contra de Juan Sotelo Villegas, oriundo del municipio de Amacuzac, por el delito de homicidio calificado, en agravio de un campesino que fue asesinado con arma de fuego el pasado 6 de agosto del año 2006, cuyo cadáver fue hallado en el campo “El Zoquital”, en Amacuzac.
Por otra parte, se logró una sentencia condenatoria de diez años y un mes de prisión, en contra de Rafael Campos Pineda, quien fue denunciado, el pasado 15 de agosto de 2001, por robarse un becerro en la comunidad de Quilamula, perteneciente a Tlaquiltenango. Al acreditarse plenamente los elementos del cuerpo del delito de abigeato, se le consideró penalmente responsable.
El último caso está relacionado con la doble sentencia privativa de libertad en contra de Carlos Alfredo Sánchez Palma, originario de la comunidad de Tilzapotla, municipio de Puente de Ixtla; sentenciado, primero, por el delito de violación tumultuaria, esto por haber atacado sexualmente, en mayo de 2011, a una joven vecina de esa comunidad, cuando ella se dirigía a comprar a una tienda.
Por este hecho, Sánchez Palma recibió del Juzgado correspondiente condena de 28 años, un mes y 15 días de prisión.
Asimismo, enfrentó un segundo proceso penal por el delito de abuso sexual, puesto que en noviembre de 2010, ingresó a una tienda de abarrotes en la colonia La Presa, en Tilzapotla, para comprar bebidas embriagantes.
Sin embargo, momentos después utilizó uno de los envases de vidrio y amenazó a la vendedora con hacerle daño, al tiempo de abusar sexualmente de ella.