Ahora se sabe que las víctimas –que tenían el rostro cubierto con una bolsa color negro– murieron a causa de asfixia por obstrucción de vías respiratorias, como consecuencia de una posible tortura.
“Al parecer, hubo una muerte violenta, es decir, probable tortura, tal vez, en este caso; estamos por comprobarlo y (lo que) estamos haciendo es que en este asunto qué relación tienen con lo que ha pasado en Cuautla estos últimos meses y si estas personas tienen relación, o alguno de sus familiares, con la delincuencia organizada”, destacó el procurador de Justicia de la entidad, Rodrigo Dorantes Salgado.
Por lo pronto, estas personas continúan en calidad de desconocidas para la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Morelos.
Como se recordará, fue alrededor de las 08:30 horas del domingo cuando vecinos de la calle Tamayo, de la colonia Lázaro Cárdenas, se percataron de la existencia de los cadáveres que yacían a bordo de una camioneta Dodge Grand Caravan, con placas PXR-23-20 de Morelos.
La Policía confirmó el hecho y más tarde, agentes de investigación de la PGJ realizaron las diligencias pertinentes y se retiraron con los cuerpos, para seguir con las labores desde la Subprocuraduría de Justicia de la región Oriente de Morelos.