Cerca del mediodía de este jueves, un contingente de alrededor de 60 personas arribó al recinto legislativo, ubicado en la calle Mariano Matamoros, del Centro de Cuernavaca, para tratar temas relacionados con la Ley de Víctimas.
Sin embargo, afuera de las instalaciones del Poder Legislativo, ya los esperaban aproximadamente 40 habitantes de Amacuzac, quienes, a gritos, afirmaban que el congresista Miranda Gallegos es inocente de lo que se le acusaba: de haber participado en secuestros en la zona sur.
Algunos reporteros trataron de entrevistar al ex comisariado de Amacuzac – uno de los manifestantes–, y fue en ese momento cuando un individuo, que portaba gorra y vestía camisa color gris, golpeó a Maciel Calvo, reportera de La Unión de Morelos.
Otros comunicadores trataron de defender a la periodista, pero las agresiones continuaron e incluso más habitantes de Amacuzac se sumaron a los ataques.
Por su parte, los policías del Mando Único estatal que se encontraban presentes sólo observaron los golpes, que durante casi cinco minutos recibieron los reporteros y camarógrafos de diferentes medios de comunicación, quienes se refugiaron en el lobby del Congreso.
Más tarde llegó la Policía de Cuernavaca, al mando del secretario de Seguridad Ciudadana, Víctor Hugo Valdés Ortiz, y capturaron a Ángel Miranda Peralta, de 49 años de edad, sobrino del legislador Miranda Gallegos, quien, en sesión del Congreso, reconoció que sí había enviado a los pobladores de Amacuzac.
Las acusaciones por secuestro en contra del diputado se encuentran en el expediente SEIDO/UEIDMS/390/2013 de la Procuraduría General de la República, en la que se detalla que Alfonso Miranda habría participado en el plagio de un hombre llamado Óscar Felipe Moreno Silva.
Este líder productor fue privado de su libertad a las 08:00 horas del 6 de junio de 2013, y le habrían amputado dos dedos para presionar el pago de un rescate por cinco millones de pesos. Hasta la fecha se desconoce su paradero.
Por su parte, Miranda Gallegos ha reconocido públicamente que sí tiene parentesco con Santiago Mazari, alias “el Carrete”, presunto líder del grupo criminal “Los Rojos” que opera en la zona sur, aunque afirmó que no tiene relación con él.
Además, el diputado enfrenta un proceso de expulsión ante la dirigencia nacional del PT por diferentes quejas que han llegado a su partido, entre ellas, desvíos de recursos de programas sociales.