De forma casi simultánea, un grupo armado asesinó a dos comerciantes, uno en la colonia Plan de Ayala y otro en Alta Vista en Cuernavaca; las víctimas eran familiares.
"Me iban a matar a mí también", fue lo que comentó una mujer a los elementos de la Policía del Mando Único, quienes recababan datos para dar con el paradero de los pistoleros.
En un negocio de venta de carnitas, localizado en la calle Otilio Montaño de la colonia Plan de Ayala en Cuernavaca, a un lado de una mesa estaba el cuerpo sin vida de Adrián Avilés Mena, de 32 años de edad.
A las 12:45 horas del domingo llegó la familia de Avilés Mena, que reclamaba airadamente a los agentes sobre la inseguridad que viven en esta zona, además de que se habían tardado en arribar al lugar.
La escena del crimen, en la que había dos balas y un casquillo calibre 9 milímetros, fue resguardada por los uniformados.
Minutos después llegó el personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) para realizar las investigaciones y el levantamiento del cuerpo de la víctima, de tez blanca, robusta y vestía una sudadera color amarilla y pantalón de mezclilla azul.
Después, los deudos del hombre asesinado se dirigieron a la calle Manuel Altamirano de la colonia Alta Vista, donde en el interior de la carnicería “Guerrero” estaba, muerto, su otro familiar.
Varias mujeres gritaban su nombre -Marco Antonio- quien recibió varios balazos con un arma de fuego conocida como “mata policías”.
En el sitio se congregaron más de 100 personas, entre policías, transeúntes, vecinos y feligreses de la iglesia local, que se encontraba en misa a esa hora y algunos de los cuales salieron para ver lo ocurrido.
Los agentes trataron de acordonar la parroquia, ya que desde allí se veía de frente la carnicería. Sin embargo, la gente del templo no le permitió así que a los uniformados no les quedó otra alternativa más que salirse.
El personal de la Fiscalía le pidió a los policías que sacaran a los familiares, porque les impedían hacer su trabajo, pero tardaron más de 10 minutos para que la familia se tranquilizara y accediera a salir del perímetro que habían colocado los elementos policiales.
Los peritos sacaron fotografías del establecimiento, dos casquillos y el cadáver de Marco Antonio Peñaloza Olivo de 39 años de edad.
Fue a las 14 horas, cuando el Servicio Médico Forense (Semefo) levantó el cuerpo.