“Es inocente”, dijo una mujer, envuelta en llanto, al ver que su hijo –junto con otro joven– fue imputado por la Fiscalía General del Estado (FGE) por los presuntos delitos de robo de vehículo automotor agravado y robo calificado.
Afuera de la sala donde se realizó la audiencia de formulación de imputación, la madre relató para La Unión de Morelos que el jueves 11 de agosto del año en curso, su hijo –quien es taxista– y dos personas más fueron arrestados en el circuito vial del mercado “Adolfo López Mateos” de Cuernavaca, a la altura de la glorieta de Los Caballos.
En un principio, los hombres fueron detenidos debido a que supuestamente despojaron de su bolso a una persona en “Plaza Cascada”, la cual se localiza en la avenida Plan de Ayala de esta ciudad.
En seguida los trasladaron a los separos de la Policía para que se elaborara la puesta a disposición (documento que acreditaba su presunta responsabilidad). Después los llevaron a la Fiscalía General del Estado (FGE).
A las siete de la mañana del viernes, las tres personas recobrarían su libertad, al señalar que no había elementos suficientes para proceder en su contra. Sin embargo, sólo uno de los hombres abandonó las instalaciones, mientras que a los otros dos los volvieron a detener debido a que había una orden de aprehensión en su contra, por lo que iniciaría su proceso legal.
Al respecto, el padre del otro acusado de robo de vehículo manifestó que durante la madrugada del sábado, presuntamente, su hijo fue víctima de agresiones físicas por parte de los elementos de la Fiscalía.
En este sentido, aseguró que el hombre fue golpeado, sumergido en un tambo con agua y recibió descargas eléctricas, con la intención de que se declarara culpable de las acusaciones por las que sería investigado.
Como parte del proceso penal en contra de los dos hombres, la tarde del lunes, llegaron las dos personas detenidas a la sala Uno del Juzgado de Control y Juicio Oral para su audiencia de formulación de imputación, que dio inicio a las 13:12 horas.
El juez Tomás Mateos Morales les dio a conocer sus derechos: “No pueden ser obligados a que declaren, libertad de manifestarse y una comunicación con su defensa”.
En ese momento, los dos individuos desconocían de qué se les acusaba. Con esfuerzo (pues tiene un trastorno del habla), uno de ellos preguntó dónde estaban las partes agraviadas, ya que éstas no se encontraban en la sala.
La palabra fue cedida al Ministerio Público de la FGE, quien dijo que el 15 de julio de 2016, los ahora arrestados llegaron a un negocio que está ubicado en la avenida Domingo Diez, a la altura de la colonia San Cristóbal de Cuernavaca.
Supuestamente, en ese sitio amagaron con una pistola al encargado para robar pertenencias y un vehículo BMW de color negro.
En la puesta a disposición se informó que uno de los involucrados amenazó de muerte al encargado y le exigió los objetos de valor, así como las llaves del vehículo en mención.
No obstante, dicha afirmación resultó ilógica para la familia del señalado, debido a que a éste se le dificulta pronunciar frases de forma fluida, dado el problema del habla que padece (tartamudez).
Al escuchar que su hijo sería imputado por los presuntos delitos de robo de vehículo automotor agravado y robo calificado, la madre comenzó a llorar y optó por abandonar la sala, debido a que se sintió mal físicamente.
La audiencia terminó a las 13:44 horas. En el pasillo, la señora esperaba a la abogada, pero le pidieron que se retirara. No obstante, antes de irse sacó dinero de su monedero e intentó llevárselo a su hijo, sin embargo ya no la dejaron entrar.
En la calle, los familiares de esta persona pedían que se investigue el caso, ya que –aseguran– los dos hombres son inocentes. Además, refirieron que uno de ellos sufrió agresiones físicas en la Fiscalía para que se declarara culpable.
Los ahora imputados deberán enfrentar una audiencia de vinculación a proceso.