Esta moneda es tan pequeña que la gente la pierde en el sofá o la deja en las cajas registradoras, pero su costo de producción es alto.
Producir una monedita de 10 centavos (esas que no usas) cuesta... 19 centavos.
De hecho, el costo de producir las monedas que se encuentran en circulación se elevó 40 por ciento desde el 2012, pese a que en 2009 el Banco de México cambió la acuñación de monedas para reducir costos.
En 2012, el costo de una moneda de 10 centavo era de 9 centavos. Y en los primeros seis meses de este 2018 se acuñaron 24.1 millones de piezas de esta denominación, con un costo de 4 millones 579 mil pesos, de acuerdo con Banxico.
Desde 2014, el Gobierno ha gastado 100 millones de pesos en las monedas de 10 centavos.
Miguel Ibarra, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas de la UNAM, explicó que el aumento en los costos de producción depende de factores como el precio de los metales, la producción del troquel (pieza que imprime sobre la moneda), la distribución y los sueldos de los trabajadores.
La falta de rentabilidad de producir centavos es una de las razones por las que Canadá, Australia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Noruega y Suecia, entre otros, hayan dejado de hacer sus monedas de menor valor. EU está en la misma discusión sobre si sacar el ‘penny’ de circulación.
Ibarra señaló que si se dejara de producir las monedas de bajo valor provocaría un aumento de precios a la unidad superior. “Por ejemplo si alguien fijara un precio de 10.60 pesos y no hay monedas de 10 o 20 centavos, automáticamente el precio subiría a 11 pesos”.
De 2012 al 2018 el costo de producir una moneda de 20 centavos subió 46 por ciento, a 16 centavos. En la de 50 centavos se elevó 23 por ciento, a 16 centavos, mientras que en la de un peso el alza fue de 33 por ciento a 76 centavos. En la de dos pesos el costo subió 35 por ciento a 97 centavos; en la de cinco pesos, 29 por ciento a 1.28 pesos y en la de 10 pesos, 28 por ciento a 3.75 pesos.