El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador y su equipo de trabajo anunciaron que, como parte de su plan de Austeridad Republicana –uno de los estandartes de su campaña presidencial-, las dependencias de gobierno solo trabajarán con los recursos que tengan disponibles y se evitará el endeudamiento.
Esto fue confirmado después de una reunión entre el futuro mandatario y los integrantes de su gabinete, en la que el tabasqueño les advirtió que la austeridad que viene dentro del gobierno será muy dura, ya que se dará fin a los lujos, a los excesos y los privilegios en la administración federal.
De acuerdo con el líder de la fracción parlamentaria de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, tras la reunión, se determinó que los objetivos presupuestales del nuevo gobierno serán detener el endeudamiento, una fuerte inversión en programas sociales y en comenzar a realizar obras de infraestructura.
Sin endeudamiento, ni aumento de impuestos, ni gasolinazos o incrementos al diésel y a la luz, el presupuesto de la próxima administración federal se caracterizará por “una austeridad muy fuerte en todo el gobierno federal”. @mario_delgado1 pic.twitter.com/1Vb9peWB5V
— Noticias MVS (@NoticiasMVS) 8 de noviembre de 2018
Tras la reunión, el coordinador de la bancada morenista reveló que López Obrador les anunció que habrá un manejo muy cuidadoso del presupuesto asignado, y que no se podrá gastar más de lo que haya disponible para tener un gobierno más compacto y más eficiente; y anunció que los 725 mil millones de pesos del pago de deuda serán intocables.
Por su parte, el próximo secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo Montaño, confirmó lo dicho por Delgado, afirmando que, entre las prioridades del gobierno entrante se encuentran los programas sociales y la seguridad social, junto con la educación y la seguridad.
Con información de Milenio y MVS Noticias.