Contrario a lo que manifestó en repetidas ocasiones, el expresidente Vicente Fox Quesada no vive de la pensión presidencial que cobra desde el año 2007; sino que esta apenas representa una fracción de sus ingresos totales. Lo que sí es cierto es que, desde entonces, le ha costado 129 millones de pesos al erario.
Esto fue revelado por una investigación de Vice –publicada por el portal Sin Embargo-, la cual pone de manifiesto que, sumando los ingresos de su pensión con los donativos que recibe la fundación Vamos México, durante los primeros 10 años después de su salida de Los Pinos, el exmandatario ingresó ganancias por 457 millones de pesos.
De esta cantidad, 129 millones –el 28 por ciento- son de la famosa pensión que recibe, lo cual significa que cada año recibió 12.9 millones de las arcas públicas; mientras que los otros 328 millones son gracias a las donaciones que reciben Vamos México y el Centro Fox, ubicado dentro de su rancho en Guanajuato.
La pensión de Fox nos costó 129 millones. Nada para él: le entran 328 millones sólo de fundaciones
Las pensiones que reciben los expresidentes provienen de un acuerdo firmado por primera vez en 1987, pero no están dentro de ningún marco legal. Además del ingreso económico, estas incluyen un seguro de gastos médicos, protección por parte del Estado Mayor Presidencial y la contratación de hasta 25 empleados para sus actividades.
A pesar de que Carlos Salinas y Ernesto Zedillo renunciaron a sus pensiones y Felipe Calderón la dona a una fundación, todos continúan contando con protección del Ejército y sus secretarios pagados por el Estado, por lo que el pasado 5 de noviembre se aprobó la reforma que elimina este gasto del erario público.
Con información de Sin Embargo.