Durante la conferencia, el subsecretario de Salud fue cuestionado sobre la nube de polvo del Sahara. Y, sin el afán de alarmar, el funcionario señaló que la nube podría aumentar la mortalidad de las personas que padecen alguna enfermedad respiratoria.
¿Es un riesgo?
Pues, en teoría, si alguien respira el polvo de la nube del Sahara, no pasaría de presentar algunas molestias… pero, claro, esto si tuviera buena salud. Ahora que si cuenta con alguna enfermedad respiratoria, como bronquitis, enfisema, EPOC o asma… incluso si sufre de alergias. De acuerdo con López-Gatell, en esas personas el efecto negativo de la nube de polvo es mayor.
“Los polvos que viajan tiene un tamaño de entre de 2.5 y 10 micras, estas partículas respirables pueden entrar por nariz y boca y alojarse en tráquea, bronquios hasta llegar a los pulmones. Pueden incrementar la mortalidad en personas con enfermedades respiratorias crónicas y cardíacas”, explicó el funcionario.
Ahora bien, tampoco es para que la poblacion se alarme, es cuestión de tomar algunas medidas preventivas bastante fáciles de seguir: quédense en casa, mantengan las ventanas cerradas y no realicen actividades al aire libre.
De acuerdo con López-Gatell, la zona donde se dejará ver más el efecto de la nube de polvo del Sahara es el sureste del país, por lo que pidió que las anteriores recomendaciones sean seguidas, sobre todo, por la población de la Península de Yucatán. Y ya saben, si es necesario que salgan de casa, usar cubrebocas.