El problema del Tren Maya son los 16 polos de desarrollo que se pretenden construir a lo largo de los mil 535 kilómetros de la ruta, debido a que la Península de Yucatán es una región sumamente frágil, reconoció María Amparo Martínez Arroyo, directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
La doctora en Ecología prometió que en caso de que la Semarnat solicite la opinión técnica del INECC, para la evaluación de las manifestaciones de impacto ambiental en los distintos tramos del proyecto, se hará un análisis a fondo en los temas de su competencia.
“El problema es el desarrollo que se va a tener en cada una de las estaciones, esos polos de desarrollo cómo van a estar, cuál va a ser el desarrollo regional, cómo está la geología en toda esta parte, hay áreas donde existen cuevas subterráneas, la Península es un área sumamente frágil, en muchos sentidos, y al mismo tiempo es un área con muchas necesidades”, manifestó.
María Amparo Martínez Arroyo consideró que la Fase 1 de construcción del proyecto, que abarca los tres primeros tramos de la ruta de Palenque, Chiapas a Izamal, Yucatán, no tiene mayor complicación, porque se moverá por las vías del ferrocarril, cerca de las carreteras ya existentes.
Dijo que lo importante será colocar filtros para evitar la contaminación por diesel, que es el combustible que de acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), utilizará el Tren Maya.
“Hay que ver en qué condiciones lo están planteando, si se van a poner los filtros, necesitamos tener ya la MIA en las manos para opinar”, indicó.