Los restos mortales de Victoria Esperanza Salazar Arriaza, migrante asesinada por policías en el balneario mexicano de Tulum, fueron sepultados este domingo por sus familiares en El Salvador.
El féretro con el cuerpo de la víctima llegó la mañana del sábado al país centroamericano en un vuelo acompañado por su madre, Rosibel Arriaza, y sus dos hijas menores de edad.
Los restos se trasladaron al municipio de Sonsonate, unos 63 kilómetros al suroeste de la capital San Salvador, donde familiares y allegados se reunieron para las honras fúnebres, una misa católica y su inhumación en un cementerio privado.
Carlos Salazar, hermano de la víctima, dijo a la prensa que la familia sigue sin entender "lo que pasó" y que las autoridades únicamente les han informado sobre la detención de cuatro policías y que "se supone que hay otros dos implicados más, siempre policías".
Recordó que su hermana no deseaba regresar a El Salvador por la falta de oportunidades económicas y añadió que ahora "la preocupación de nosotros son las niñas".
Agregó que en algún momento se plantearon la posibilidad de solicitar asilo para ellas en Estados Unidos, "si ellas expresaban si se sentían inseguras de regresar" a El Salvador, pero esto no se concretó.