Las elecciones intermedias mexicanas, consideradas las más grandes de la historia del país, concluyeron tras una jornada en relativa calma pese a algunos hechos de violencia en varios puntos del país.
En las próximas horas se dará a conocer el resultado de estos comicios intermedios que se han vivido como un plebiscito a los proyectos de transformación del presidente Andrés Manuel López Obrador y en los que más de 93 millones de mexicanos estaban llamados a renovar a más de 20.000 cargos.
Entre estos, los 500 legisladores de la Cámara de Diputados, 15 de 32 gobernadores, 30 congresos locales y 1.923 ayuntamientos.
En los comicios está en juego si el oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) consigue retener la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados para seguir con sus planes de transformación del país, lo que determinará la segunda parte de su sexenio.
“Que viva la democracia”, dijo López Obrador tras emitir su voto esta mañana en un colegio electoral cerca del Palacio Nacional y exhibir su dedo pulgar pintado con la tinta indeleble que probaba que votó en los comicios.
A las 18:00 horas local (23.00 GMT), cuando cerraron los colegios electorales en el centro y este del país, se confirmó la instalación de más del 99 % de las mesas de votación, de un universo de 162.570.
Por ello, el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, celebró tras emitir su sufragio que este domingo se dio una “gran fiesta democrática” más allá de lo que “muchos temíamos” tras una campaña marcada por la violencia.
“Tenemos que participar en la dirección de nuestro país, en escoger a las personas que nos dirigen”, contó Cristina Rodríguez a Efe desde la ciudad norteña de Monterrey mientras esperaba su turno para votar con mascarilla debido a la pandemia de coronavirus.