Gregorio Avendaño Jiménez, primer paciente sospecho de hongo negro en México, murió este lunes debido a las complicaciones de la enfermedad, según sus familiares. El hombre, de 34 años, fue intervenido de emergencia en días pasados para evitar la propagación de la enfermedad conocida como mucormicosis rinocerebral, sin embargo, falleció en el Centro Médico Nacional La Raza, en Ciudad de México. La familia de la víctima ha anunciado que demandará al Hospital General de Zona 71 del IMSS, del municipio de Chalco, Estado de México, por negligencia. De acuerdo con los deudos, los doctores de este centro médico demoraron muchos días en autorizar el traslado del paciente al hospital de la capital del país.
Lo que comenzó con dolores de cabeza y una pequeña mancha en el ojo izquierdo parecida a un lunar se convirtió en una agonía para la familia Avendaño Jímenez. Las primeras señales de alarma comenzaron el pasado 26 de mayo dieron a conocer sus familiares a medios de comunicación locales. Lejos de mejorar la parálisis facial del hombre iba en ascenso por lo que fue ingresarlo el 29 de mayo en la clínica 71 de Chalco, en el Estado de México. “Él entró a fines del mes de mayo [al hospital] por anorexia y por parálisis, ya posteriormente, el lunes por la mañana pasamos con el doctor otorrino quien fue quien le hizo una endoscopia nasal y nos dio el diagnóstico clínico de hongo negro”, declaró su hermano menor, Ángel Avendaño, a medios locales. La víctima, contó su hermano, tenía pocas semanas de haber superado el virus de la covid-19.
Luego de cuatro días internado en el hospital municipal, Avendaño Jiménez fue trasladado de emergencia al Centro Médico Nacional La Raza, en Ciudad de México. En este hospital del IMSS fue intervenido quirúrgicamente durante más de tres horas para extirparle el ojo afectado y el tejido muerto de la nariz y la zona bucal. Pese a la cirugía el paciente seguía siendo reportado como grave.
Durante los días que el paciente estuvo ingresado, el IMSS evitó confirmar el diagnóstico por hongo negro. “No existe diagnóstico alguno que refiera que la infección que presenta el paciente tenga relación con padecimientos reportados en otros países o que sea altamente contagioso”, declaró por escrito el Instituto. En paralelo, el subsecretario de Salud de México, Hugo López-Gatell, minimizó la sospecha de hongo negro en el país: “No debe dar la impresión de que es una nueva ola epidémica que va a azotar el mundo”. “No es una situación nueva que debamos temer, que se propague como la covid-19. El uso correcto de medicamentos aseguran que no sucedan estas condiciones”, señaló en una de sus conferencias vespertinas diarias.
Antes de la detección del primer caso en el país norteamericano, esta extraña enfermedad había causado estragos en la India, donde se han reportado casi 9.000 casos en los últimos meses, según la BBC. Al menos 19 regiones indias la han elevado a la categoría de epidemia. El perfil que se repite más a menudo es el de pacientes ya recuperados de covid-19. La mucormicosis es una infección micótica oportunista que requiere de un sistema inmunológico deprimido y por ende se ceba en los países donde más ha golpeado la pandemia como la India.
La infección, que tiene una tasa de mortalidad del 54%, es causada por un grupo de hongos presentes en la tierra y en materia orgánica en descomposición, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. Estos hongos no son dañinos para la mayoría de personas, pero pueden resultar mortales para aquellas con sistemas inmunes debilitados, como los diabéticos o los enfermos de cáncer. El hongo negro se manifiesta en forma de úlceras y ampollas y puede ennegrecer el área afectada. Entre los síntomas, además de las parálisis faciales y los dolores de cabeza, también se cuentan las náuseas, la tos y la dificultad para respirar.