El presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer este lunes la carta que envío a su par en Estados Unidos, Joe Biden, en el marco del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) y la cooperación para atender el fenómeno migratorio.
Durante la ‘mañanera’, el titular del Ejecutivo mexicano leyó la misiva en la que se plantea la intervención y actuación “con urgencia, prontitud y se invierta en Centro América, que los programas que se están aplicando en el sureste del país (como Sembrando Vida) se puedan aplicar de inmediato en Guatemala, Honduras y El Salvador”.
“Como lo hemos comentado en otras ocasiones, el fenómeno migratorio requiere de un tratamiento del todo nuevo.
Desde luego es necesario ordenar el flujo, evitando el desorden, la violencia y garantizando los derechos humanos; sin embargo, no debemos quedarnos solo en la aplicación de medidas de contención y menos de carácter coercitivo.
Es por ello que le planteo, de nuevo en forma respetuosa, la necesidad de actuar de inmediato para aplicar en Guatemala, Honduras y El Salvador, dos programas que nosotros estamos llevando a cabo con éxito en Chiapas, estado vecino de Centroamérica, y cuya naturaleza y culturas son muy semejantes. De hecho, hace 200 años, Chiapas no pertenecía a México, sino, junto a Belice, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y El Salvador, formaban parte de la Capitanía General de Guatemala, y no fue sino hasta 1824, tres años después de la Independencia (de nuestro país), que los (ciudadanos) chiapanecos decidieron unirse a nuestro país.
Hoy estamos plantando en Chiapas 200 mil hectáreas de árboles frutales y maderables, y ese programa da trabajo a 80 mil sembradores que reciben un salario para cultivar sus tierras.
“Aquí, agrego, que ya en el caso de Oaxaca son 35 mil hectáreas. No, 75 mil hectáreas en Oaxaca, de Sembrando Vida, y ya están 35 mil oaxaqueños trabajando el mismo programa”, apuntó el mandatario mexicano.
Este mismo procedimiento se puede aplicar de inmediato en los tres países centroamericanos de mayor migración (Guatemala, Honduras y El Salvador), con lo cual se ampliaría la superficie de siembra en 600 mil hectáreas y se daría empleo a 240 mil campesinos.
Otro de nuestros programas sociales relevantes que están siendo aplicados en Chiapas consiste en dar trabajo como aprendices a 30 mil jóvenes que reciben un salario mínimo para capacitarse en talleres, empresas y otras actividades productivas y sociales. Si esta acción se aplicara de inmediato en Guatemala, Honduras y El Salvador, se podría mantener en sus países de origen a 90 mil personas de todas las que emigran por falta de trabajo.
En suma, con estos dos programas, estaríamos atendiendo en menos de seis meses a 330 mil personas que verían como una esperanza esta acción conjunta de los gobiernos de Guatemala, Honduras, El Salvador y Estados Unidos. Si el Gobierno de usted decidiera asumir esta decisión de manera ejecutiva, nosotros estaríamos plenamente dispuestos a colaborar con asesoría experiencia y trabajo.
A las medidas señaladas agrego, señor presidente Biden, otra que consideramos muy eficaz: suscribir acuerdos con los inscritos en estos programas para ofrecerles en el mediano plazo, de manera ordenada y de acuerdo con la demanda, visas temporales de trabajo para Estados Unidos. Con ello no se perjudicaría a nadie, pues es sabido que la gran nación que usted preside requiere de fuerza de trabajo adicional para impulsar su crecimiento económico, fortalecer su producción y reducir sus importaciones de Asia.
Me gustaría tratar con usted más adelante este asunto en particular, pero deseo desde ahora manifestarle mi percepción de que no será posible consolidarnos como región productiva en el mundo, si no llevamos a cabo un plan para fortalecer la producción de bienes y artículos de primera necesidad que consumimos en América del Norte.
Actualmente, mientras usted hace un esfuerzo extraordinario para dispersar fondos, fortalecer el consumo interno y reactivar la economía de su país, una considerable suma de ese dinero, termina en los mercados de Asia, y no deja de ser paradójico el que un estadounidense deba esperar tres meses para recibir un refrigerador cuando en América del Norte podríamos producir todos los electrodomésticos que consumimos.
Conocemos la urgencia en reactivar la producción, y me parece que para ello es necesario calcular cuánta fuerza de trabajo se va a necesitar a fin de aumentar los bienes y servicios, incluyendo la fuerza de trabajo que va demandar su importante plan para el desarrollo de obras e infraestructura en EU.
Le planteo un ejemplo concreto: el gran desafío que usted ha asumido con ejemplar responsabilidad de modernizar vías de comunicación, edificar escuelas, hospitales, centros deportivos, viviendas y otras obras o servicios públicos, requerirá de un gran ejército de trabajadores de la construcción y es probable que para conformarlo, se necesite la mano de obra de los migrantes centroamericanos. Considero que la combinación de estas circunstancias abre una oportunidad perfecta para planificar, ordenar y humanizar el flujo migratorio.
Celebro, que tanto la vicepresidenta, Kamala Harris, y otros desacatos miembros de su Gobierno, ya estén atendiendo este urgente e interesante asunto, y deseo que la reunión de alto nivel de esta semana (la pasada) se alcancen acuerdos benéficos para nuestros pueblos y gobiernos.
Por nuestra parte, siempre estaremos dispuestos a ayudar y participar tanto en la búsqueda de soluciones al asunto migratorio como en el propósito superior de consolidar nuestra integración económica en beneficio de nuestros pueblos y con respeto a nuestras soberanías.
Lo saludo con afecto y respeto”.
Asimismo, López Obrador señaló que Biden envió una carta; sin embargo, no es una respuesta a esta misiva enviada.
“Le agradecemos mucho que no haya podido comentarlo por las fiestas patrias”, añadió.