El Servicio de Administración Tributaria (SAT) realiza una vigilancia en las compras que las personas realizan a través de su tarjeta de crédito, sin embargo, si estas no se hacen con responsabilidad pueden generar el cobro de impuestos, por lo que a continuación te decimos algunos consejos para evitarlo.

Las tarjetas de crédito son una fuente que el SAT tiene a disposición para poder obtener datos sobre los gastos que realizan los contribuyentes e incluso el servicio tributario puede solicitar información a los bancos.

En 2018, el SAT y la Asociación de Bancos de México, firmaron un acuerdo que tenía, entre uno de sus objetivos, el poder tener un mayor control sobre los movimientos realizados con las tarjetas de crédito de las personas.

Considerando el convenio mencionado si las personas tienen un mayor gasto al realizado con su plástico en comparación al ingreso percibido reportado, esto podría provocar un pago de impuestos.

¿Cómo evitar problemas con el SAT al usar mi tarjeta de crédito?

Para evitar que el contribuyente tenga problemas con el SAT por alguna discrepancia entre lo que gasta y lo que gana, se recomienda tener en cuenta los siguientes aspectos:

No prestar tarjetas. Una actividad común es prestar las tarjetas para que un amigo o familiar pueda hacer una compra a meses intereses, por ejemplo; sin embargo, aunque el dinero sea devuelto por la persona a que se le prestó y no afecte la economía, el SAT puede detectar una discrepancia.

Aunque parezca obvio, es necesario evitar tener más gastos que ingresos y también tener un mejor control de lo que se adquiera con los plásticos, esto último utilizando herramientas como las apps de los respectivos bancos.

También se recomienda no pagar las tarjetas de crédito en efectivo, pues se podría interpretar como un gasto adicional, por lo que es mejor hacer el proceso vía transferencia.