Los contribuyentes tienen la opción de deducir diversos gastos ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), uno de ellos es el consumo de combustibles para vehículos, tales como la gasolina. Si no sabías de este beneficio, aquí te contamos todos los detalles.

Uno de los requisitos más importantes para hacer deducible el consumo de combustibles, de acuerdo con el SAT, es que este sea estrictamente indispensable para los fines de la actividad a la que se dedica el contribuyente.

El pago se debe realizar mediante cheque nominativo, tarjeta de crédito, de débito o de servicios, monedero electrónico de combustibles autorizado por el SAT o transferencia electrónica de fondos desde cuentas abiertas a nombre del contribuyente.

Si pagas en efectivo no es deducible aun cuando obtengas la factura electrónica, salvo que se trate de operaciones realizadas en zonas rurales que no cuentan con servicios financieros y obtengas autorización por parte del SAT.

Dicho pago debe estar amparado con una factura electrónica de la estación de servicio.

Para que el gasto sea deducible debe estar debidamente registrado en contabilidad y ser restado una sola vez.

Otro requisito es que el impuesto al valor agregado (IVA) debe ser trasladado en forma expresa y por separado en los comprobantes fiscales correspondientes.