Cuando una persona inicia su vida económica, es necesario que se incorpore al Registro Federal de Contribuyentes (RFC), pues de esta manera puede cumplir con sus obligaciones fiscales. Sin embargo, existen casos donde es necesario cancelarlo.
¿En qué situaciones debes de cancelar un RFC?
Para las personas físicas, existen dos principales razones para cancelar el RFC, una es en caso de fallecimiento y la segunda se refiere a la suspensión de actividades económicas. Para el primer ejemplo, es claro que uno no lo puede cancelar, pues es necesario que un albacea lo cumpla para evitar conflictos en la familia.
Sin embargo, en vida, uno tendrá la responsabilidad de cancelar el RFC de un familiar que muere con el fin de concluir con las obligaciones fiscales y liquidar los adeudos pendientes, de lo contrario, el SAT está facultado para cobrar directamente de la herencia y saldar de esta forma las deudas.
Para el segunda caso, cuando un contribuyente ha dejado de realizar actividades económicas, es necesario presentar la suspensión de su RFC, de esta forma se evita las sanciones por falta de declaraciones periódicas o anuales.
¿Cómo cancelar el RFC?
Para el caso donde un familiar fallece, es necesario agendar una cita y acudir a las oficinas del SAT para cumplir con el trámite. Sólo debes de presentar el acta de defunción del contribuyente, una identificación oficial, y el formato de liquidación por defunción. Una vez que se compruebe que no existen adeudos o créditos fiscales se emitirá un acuse donde certifique la cancelación del RFC.
En caso de suspender tu RFC, debes de realizar el trámite en línea dentro del mes siguiente a la suspensión de actividades. Sólo tendrás que llenar un formulario con los datos que te solicite el portal y descargar el acuse de movimientos y actualización fiscal.
Finalmente al regresar de actividades o cambiar de régimen, debes de realizar este trámite.