El gobierno de Estados Unidos autorizó la venta de la refinería de Deer Park, de Shell a Petróleos Mexicano (Pemex), informó esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante la conferencia matutina de este miércoles, el mandatario detalló que la autorización por parte de las autoridades estadounidenses se recibió el día de ayer y calificó la compra como “algo histórico”.
El Gobierno de México recibió una misiva de parte del Comité de Inversiones Extranjeras de Estados Unidos (CFIUS) en el que se informó sobre el consentimiento de la operación, al considerar que la compra de la refinería de Deer Park no representa un riesgo a la seguridad nacional de EU ni se identificaron riesgos en materia de competencia.
“El comité ha determinado que no hay ninguna preocupación de seguridad nacional que quedase sin resolver, por lo tanto, se ha concluido la revisión de esta operación, esto significa que ha sido autorizada la operación”, apuntó Marcelo Ebrard, al leer la carta de autorización.
Por su parte, Octavio Romero Oropeza, director de Pemex, detalló que la refinería de Deer Park se agregará al país como un activo “libre de deudas” y “totalmente limpia”, ya que por instrucciones de López Obrador se liquidará la deuda existente.
El valor de la transacción por los activos de la refinería es de 596 millones de dólares, equivalente al 50 por ciento de la deuda de la refinería (participación de Shell en la sociedad).
Adicionalmente, se liquidará la deuda existente por los 596 millones de dólares que corresponden al 50 por ciento de la participación de Pemex.
De tal manera, que el Gobierno de México desembolsará cerca de mil 200 millones de dólares para adquirir la refinería y dejarla libre de deudas.
Los recursos para la operación provendrán del Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN).
Romero Oropeza recordó que la sociedad entre Pemex y Shell para la compra de la refinería de Deer Park nació desde 1992. Sin embargo, dijo que en su momento esta asociación no fue “pareja” ya que Shell poseía el 50.005 por ciento de las acciones, mientras que Pemex solo el 49.995 por ciento.
“Esta diferencia tan insignificante porcentual le permitía a Shell operar la refinería y tomar las decisiones, de manera que con el paso del tiempo Pemex dejó de tener beneficios económicos”.