A cuatro días de que unos 75 pilotos de una de las principales líneas aéreas de México se contagiaran de COVID, además de 140 sobrecargos, según informó el viernes la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores, fue un fin de semana de desesperación para miles de pasajeros que están varados en la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Hasta el sábado iban 203 vuelos cancelados.
Al llegar a esta terminal lo primero que hay son filas para hacerse una prueba PCR y poder volar, porque las que tenían se vencieron en el momento en que se cancelaron los vuelos.
Adentro, ya no hay sillas vacías. Se olvidó la sana distancia, la necesidad obligó a madres de familia a usarlas para que sus hijos descansen, luego de pasar hasta dos o tres días ahí.
Ha habido tanta gente en los pasillos y en el área de registro que la aerolínea tuvo que habilitar una sala alterna, que también está llena.
Este fin de semana, los laboratorios que las ofrecen en el aeropuerto las tenían en 110 dólares, unos 2 mil 200 pesos; hay muchos gastos que hacer.
Una ensalada en el aeropuerto cuesta en promedio 220 pesos, un sándwich igual.
Los padres de familia están desesperados porque dicen no hay dinero que les alcance para quedarse ahí por más tiempo.