En los últimos días, la iniciativa de reforma energética del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido discutida en la Cámara de Diputados para su posible aprobación; sin embargo, ha generado dudas sobre qué pasará con la industria eléctrica en México en caso de que los legisladores la avalen.
La reforma en materia energética ha generado polémica en torno a su contenido, pues pretende fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para mantener control sobre las tarifas eléctricas y concentrar la explotación de otros recursos en manos del Estado. Todo esto va en contra de lo establecido durante la administración de Enrique Peña Nieto en 2013, por lo que ha generado dudas de cómo funcionará.
Aquí te explicamos los puntos clave para entender de qué va la reforma energética de AMLO, los cambios que promueve y qué pasaría en caso de ser aprobada.
Reforma Energética de 2013
En 2013, el Senado de la República y la Cámara de Diputados aceptaron la reforma energética de Enrique Peña Nieto, la cual abrió la posibilidad que el sector privado pudiera ofrecer servicios de energía, quitándole el monopolio a la CFE con el objetivo de ofrecer precios más accesibles para la población.
También permitió que empresas privadas pudieran comercializar su propio petróleo para convertirlo en gasolinas y así expandir el mercado dominado por PEMEX y se promovió el impulso de las energías limpias con el desarrollo de infraestructura como parques eólicos y solares.
Entonces, ¿de qué va la reforma de AMLO?
Para López Obrador, el punto clave es regresar a la CFE como el principal productor de servicios a nivel nacional con papel preponderante de la generación de energía; pero ojo, no se quitará la posibilidad a compañías privadas para seguir haciéndolo.
La nueva reforma energética plantea que la CFE genere un mínimo de 54 por ciento de electricidad a nivel nacional, mientras que el 46 por ciento restante será responsabilidad de la iniciativa privada, para mantener la competencia en el mercado.
Además, se podrían eliminar los Certificados de Energías limpias, que fueron otorgados desde el sexenio pasado a empresarios para incentivar la construcción de infraestructura para generar fuentes de energía renovable, como parques de energía eólica, solar y plantas geotérmicas; pues se priorizará el uso de fuentes como el carbón, combustible y petróleo, aunque también se apostará por la explotación de otros recursos como el litio, el cual, según los mandatarios de la Cuarta Transformación, es estratégico y sumamente importante para el desarrollo de nuevas tecnologías.
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¿Se aprobará la reforma?
En las últimas semanas, la Cámara de Diputados comenzó con la revisión detallada y discusión para definir el futuro de la reforma energética de AMLO; y aunque se espera que se vote en la semana del 11 y 17 de abril, la Comisión de Medio Ambiente de San Lázaro ya dio el visto bueno para ser avalada.
Será entonces hasta después de la Consulta Popular de Revocación de Mandato que se dé a conocer el dictamen oficial para determinar el rumbo que tomará la industria