Luis Enrique Ramírez Ramos, columnista de El Debate, fundador del diario Fuentes Fidedignas, y exreportero de los diarios Milenio y La Jornada fue encontrado asesinado en Culiacán la mañana de este jueves 5 de mayo.
De acuerdo con el reporte policial, su cuerpo fue localizado en al sur de la colonia Antorchista, en el campestre La Nachi, en el ejido El Ranchito, al sur de la capital sinaloense.
Sara Bruna Quiñónez Estrada, fiscal general del estado, confirmó este hecho a través de su cuenta de Twitter.
“Lamentablemente se confirma que el cuerpo encontrado por un camino de Terracería por carretera El Ranchito, es el periodista Luis Enrique Ramírez Ramos. Nuestras sinceras condolencias a su familia y nuestro compromiso de trabajar en esclarecer este hecho”, escribió la fiscal.
Buenas tardes, lamentablemente se confirma que el cuerpo encontrado en un camino de terracería por carretera El Ranchito, es el periodista Luis Enrique Ramírez Ramos. Nuestras sinceras condolencias a su familia y nuestro compromiso de trabajar en esclarecer este hecho
— Sara Bruna Quiñónez Estrada (@quinonez_bruna) May 5, 2022
Hasta el momento se sabe que sujetos a bordo de un automóvil dejaron el cuerpo en el sitio del hallazgo y huyeron del lugar. El cuerpo fue encontrado bocabajo, tirado sobre la carretera México 15, a un costado de un local de compra y venta de fierro viejo.
Antecedentes
Ramírez Ramos, de 59 años de edad, tuvo que salir en 2011 de Culiacán luego de que asesinaran al periodista Humberto Millán, cuyo crimen fue vinculado al del exdirector general de Gobierno, Luis Pérez Hernández.
El reportero se acogió al Mecanismo de Protección a Periodistas del gobierno federal debido a que su caso fue considerado como persecución política.
Volvió a Sinaloa en 2012 y fundó el diario digital Fuentes Fidedignas, aunque fungía también como columnista político de El Debate. En su carrera periodística fue reportero cultural en la Ciudad de México en el periódico La Jornada, fue reportero de la revista Milenio a finales de los años noventa y a su regreso a Sinaloa se vinculó a Noroeste y después como columnista en El Sol de Sinaloa.