Las Oficinas en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) y ONU Mujeres condenaron los asesinatos de las periodistas Yessenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera.
Este lunes fueron asesinadas las comunicadoras en el municipio de Cosoleacaque, Veracruz. Mollinedo Falconi se desempeñaba como directora de la agencia informativa El Veraz, con información y cobertura de la entidad; Johana García era camarógrafa del mismo medio.
La Fiscalía General de Veracruz informó que inició carpetas de investigación por este doble asesinato y que no se descartaría la labor informativa de ambas.
Ramiro Mollinedo, hermano de Yesenia Mollinedo, reveló que esta última recibió amenazas dos semanas antes por su actividad periodística.
En lo que va de este año se ha verificado el asesinato de 11 periodistas. El pasado jueves, el periodista Luis Enrique Ramírez fue asesinado en Culiacán, Sinaloa.
En 2021, ocho periodistas y dos guardias de un medio de comunicación fueron asesinados y otros dos periodistas desaparecidos, detalló la ONU-DH.
“El asesinato de tres periodistas en tan solo una semana genera consternación y honda preocupación, pues refleja la gravedad del contexto de inseguridad y violencia en la que deben realizar su importante trabajo de las personas periodistas en México”, señaló Guillermo Fernández-Maldonado, representante en México de la ONU-DH.
“Es también un urgente recordatorio de la importancia que las autoridades adopten medidas oportunas y efectivas para cumplir con su obligación de garantizar la protección y seguridad de las personas que ejercen el periodismo frente a cualquier posible amenaza, amedrentamiento o agresión”, añadió.
Fernández-Maldonado recalcó la importancia de “poner fin a la extendida impunidad”, ya que “la ausencia de identificación y sanción de los criminales favorece la reiteración de los violentos ataques”.
“Es urgente redoblar esfuerzos articulados en el nivel federal y local para adoptar de manera coordinada medidas preventivas y de investigación capaces de crear un ambiente adecuado para que las personas que ejercen el periodismo en el país, lo hagan con plena libertad y seguridad”, mencionó Fernández-Maldonado.
“Es fundamental que las instancias pertinentes incluyan la perspectiva de género como un elemento central en el proceso de investigación, sanción y reparación, así como en los mecanismos de protección de periodistas”, subrayó Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en México.
La ONU-DH y ONU Mujeres hicieron un llamado a las autoridades para que investiguen los hechos, considerando la labor que realizaban las víctimas.
Igualmente, exhortaron al estado a “avanzar en la atención de las causas estructurales que favorecen estos ataques, para prevenir su reiteración y garantizar de manera sostenible la seguridad de todas las personas que ejercen el periodismo”.
El pasado 3 de mayo, la organización Human Rights Watch (HRW) subrayó que México es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas por la cantidad de asesinatos que se registran cada año, además de que advirtió que las autoridades “rara vez esclarecen estos crímenes o enjuician a los responsables”.
A su vez, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) advirtió que México “se mantiene como el país más mortífero del mundo para la prensa”.
En su vigésima edición de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, colocó al país en el lugar 179 de 180 en cuanto a la seguridad para los periodistas, debido a los asesinatos contra este sector.
Asimismo, un análisis de Signa Lab señaló este martes que las agresiones contra mujeres periodistas han aumentado en 2022: mientras que de 2010 a 2015 se registraron 50 ataques al año en promedio contra este grupo, en 2022 esta cifra aumentó a 200 agresiones.