Bajo la consigna de “ni perdón, ni olvido”, se llevó a cabo la marcha para conmemorar los 54 años de la matanza de Tlatelolco en 1968 al mediodía del pasado domingo 02 de octubre. La movilización partió de la Plaza Tres Culturas y se dirigió al Eje Central Lázaro Cárdenas para arribar al Zócalo de la Ciudad de México.
Entre los manifestantes se encontraban miembros activos del “Comité 68” así como familiares de los normalistas de Ayotzinapa desparecidos el pasado 26 de septiembre de 2014 en Iguala. De igual forma, en la protesta también se hicieron presentes estudiantes vigentes de instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Instituto Politécnico Nacional (IPN), entre otras.
La Secretaria de Seguridad Ciudadana capitalina destacó que en la movilización de este año participaron aproximadamente 4 mil personas y se desplegaron 730 elementos de seguridad con la presencia de cien concertadores así como “chalecos naranja” de la Secretaria de Gobernación.
Sin embargo, algunos encapuchados realizaron pintas en Palacio Nacional y arrojaron piedras al Banco de México. Por lo anterior, las autoridades decomisaron una mochila a un manifestante quien traía bombas molotov pero se reportó saldo blanco durante la movilización.
Momentos más tarde, los miembros del “Comité 68” y familiares de los estudiantes de Ayotzinapa exigieron justicia para los responsables en la matanza de 1968 así como en la desaparición forzada de los jóvenes normalistas en 2014 desde un templete enfrente de Palacio Nacional.
El “Comité 68” también se opuso enfáticamente a que el Ejército mexicano asuma las tareas de seguridad pública al recordar diferentes hechos en la historia mexicana en los que vio envuelto. Asimismo, rechazaron el que se realice la consulta ciudadana que recientemente promueve el presidente López Obrador.
“En 68 y después, el Estado mexicano cometió un crimen de lesa humanidad de manera sostenida, de forma sistemática, llegando desde 68 hasta la Guerra Sucia y Ayotzinapa. Hoy tenemos necesidad de avanzar en estos elementos fundamentales por justicia”, expresó el líder estudiantil del 68, Félix Gallardo Gamundi.
Cabe destacar que durante los llamados que los manifestantes lanzaron desde el templete, también se pidió un minuto en silencio en memoria tanto de las víctimas de la matanza de Tlatelolco como de los normalistas desaparecidos y algunos presentes alzaron el puño como señal.
Por otro lado, el colectivo de madres buscadores “Hasta Encontrarte” colocó en el Zócalo capitalino la manta que se desplegó el pasado 15 de septiembre en la Estela de Luz con el mensaje: “16 años de impunidad militar. No al golpe militar. Para cuando nuestra independencia del ejército. El pacto militar también es patriarcal. Guardia Nacional en Sedena=más militarización”
La periodista Denise Dresser apoyaba a las madres buscadoras en la colocación de la manta pero un grupo de estudiantes pertenecientes a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM le gritaron “fuera” a la politóloga para que abandonara la Plaza de la Constitución. Denise Dresser subió un video horas más tarde en YouTube para hablar de lo ocurrido.
“Jamás pensé vivir en un país donde se corriera a alguien por manifestarse en el Zócalo, espacio de todas y de todos, jamás pensé vivir en un país donde jóvenes me insultaran por manifestarme en contra de la militarización y contra la impunidad como lo he hecho desde hace décadas”, dice la periodista al inicio del video.
Es importante señalar que Dresser abandonó el Zócalo capitalino rodeada del grupo de madres buscadoras quienes la protegían ante insultos y posibles agresiones por parte de manifestantes quienes continuaban siguiéndola calles más adelante, por lo que la periodista tuvo que abordar un mototaxi en el Centro Histórico.
No obstante, pese a que fueron diferentes los contingentes que protestaron desde la Plaza de las Tres Culturas hasta llegar a Palacio Nacional fue la misma causa de cada año para exigir justicia en la muerte de 300 personas que cometió el Ejército Mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia en contra de una manifestación estudiantil pacífica que se suscitaba durante la tarde del 02 de octubre de 1968.
Aquel día se reunieron miles de personas en la Plaza de Tres Culturas en Tlatelolco, pero también se hizo presente el Ejército mexicano bajo el pretexto de vigilar la protesta y se infiltraron miembros del Batallón Olimpia vestidos como ciudadanos para pasar desapercibidos y con un guante blanco para identificarse entre ellos.
El objetivo era detener a los miembros del Consejo Nacional de Huelga (CNH) que especialmente integraban jóvenes de la UNAM y el IPN. Los estudiantes llevaban meses cuestionando las políticas tanto sociales como económicas del entonces presidente, Gustavo Díaz Ordaz, por lo que las últimas protestas se suscitaban conflictos violentos.
Es por ello que las escuelas huelgas expusieron 6 demandas que exigía la libertad de presos políticos, la derogación del artículo 145 del Código Penal (que establece el delito de disolución social), la desaparición del cuerpo de granaderos, destitución de 3 jefes policiacos, deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos e indemnización a los familiares de los muertos y heridos desde el inicio del conflicto.
Pero poco antes de finalizar la manifestación, un helicóptero sobrevoló el lugar y después se lanzó una bengala al aire que sirvió como señal suficiente para que los infiltrados comenzaran con los disparos a toda la gente que se encontraba reunida. Algunos lograron refugiarse en departamentos de edificios cercanos, pero el Ejército irrumpió en cada inmueble para capturar a los estudiantes sobrevivientes.
Transcurrieron diez días para que la Ciudad de México se convirtiera en la primera ciudad latinoamericana en celebrar los Juegos Olímpicos, pero transcurrieron años con investigaciones periodísticas y testimonios que dieran a conocer la verdad de aquella “Operación Galeana” perpetrada el 02 de octubre de 1968.