La confrontación de posturas políticas entre los titulares de los tres Poderes de la Unión en México prevaleció durante la ceremonia por el 106 aniversario de la Constitución de 1917, celebrada este 5 de febrero en el Teatro de la República en Querétaro, donde se redactó la actual carta magna.
El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó el acto y en su discurso resaltó que son necesarias más reformas a la Constitución para desterrar de ella cambios neoliberales entre el periodo de 1983 al 2018, a fin de que regrese a su origen humanista.
“Es raro encontrar en el periodo neoliberal una reforma a la Constitución en beneficio del pueblo. Todo, todo, absolutamente todo se orientó a favorecer los intereses de una minoría nacional y extranjera”, dijo.
En cada punto y a parte de su discurso, López Obrador fue aplaudido por la mayoría de invitados, con excepción de gobernadores de oposición, el presidente de la Cámara de Diputados, el panista Santiago Creel, y la ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña.
Previamente, Santiago Creel y Norma Piña llamaron al respeto de los Poderes, acabar con diferencias y confrontaciones e ir a la reconciliación y trabajar en coordinación por el bien del país.
Sin embargo, López Obrador no contestó directamente a Piña ni a Creel; en cambio, enlistó las reformas constitucionales aprobados por el Congreso entre diciembre del 2018 a la fecha, que han ido revirtiendo las modificaciones legales del neoliberalismo como, dijo, “mal llamada reforma educativa” de Peña Nieto.
“Debemos no dejar de insistir en abolir por la vía legal y democrática las reformas contrarias al interés público impuestas durante el periodo neoliberal. Continuar proponiendo cambios al marco legal en beneficio del pueblo hasta devolver a nuestra ley máxima toda la grandeza de su humanismo original”, dijo.
Antes del discurso del mandatario federal, dentro del protocolo tomó la palabra el diputado Santiago Creel. El panista advirtió que en el contexto actual político, igual que en los orígenes del México independiente, hay una falta de diálogo que podría detonar en consecuencias para el país.
“Rectifiquemos, aún estamos a tiempo, no tenemos por qué repetir los errores del pasado. La política es también conciliación de intereses encontrados.
“Todos, absolutamente todos tenemos el derecho de defender nuestras creencias, nuestras ideologías y nuestras posiciones políticas. El límite es la Constitución, los Tratados Internacionales, que también son ley de la nación y, por supuesto, el respeto a la vida institucional”, señaló.
Por su parte, la ministra presidenta Norma Piña pidió a todos los presentes velar por el estricto respeto a la autonomía del Poder Judicial y especialmente del papel de los jueces porque, dijo, sólo así garantiza la imparcialidad al impartir justicia; también “superar las diferencias” y trabajar hombro con hombro entre poderes para el bien del país.
“La Constitución es el pacto federal que nos permite superar nuestras diferencias y estar de acuerdo en lo fundamental, como lo expresara Mariano Otero”, dijo.
Dentro del Teatro de la República, López Obrador saludó a muchos presentes, entre principalmente a quienes se sentaron a su alrededor en el estrado como la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, el gobernador anfitrión de Querétaro, Mauricio Kuri y sus secretarios de Estado, como Adán Augusto López; de Educación, Leticia Ramírez, entre otros. Estuvo ausente el canciller Marcelo Ebrard, quien de acuerdo a fuentes del gobierno se reportó enfermo de gripa.
Sin embargo, el mandatario federal no se acercó a su lado derecho donde estaban sentados el panista Santiago Creel ni la ministra presidenta Norma Piña, con quien tuvo su primer evento oficial desde que ella asumió la titularidad del Poder Judicial. El único saludo entre ellos fue afuera del Teatro de la República en los honores a la bandera.