Los gobiernos de México y Estados Unidos se comprometieron a desmantelar las cadenas de suministro de fentanilo que operan los Cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación a ambos lados de la frontera, señala una declaración conjunta de ambos países tras la reunión de alto nivel celebrada en la Casa Blanca.
Durante la reunión para abordar el tráfico de armas y de fentanilo entre ambas naciones, la delegación mexicana presentó como avance un decreto presidencial que crea una comisión especial para reforzar el combate contra el tráfico de drogas sintéticas, armas de fuego y municiones.
La delegación mexicana compuesta por cinco Secretarios de Estado y el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, explicó que dicha comisión busca mejorar la coordinación entre las agencias federales del Gobierno de México “para apoyar la investigación y arresto de individuos involucrados en la producción y tráfico de fentanilo”.
Pero sobre todo, uno de los compromisos por parte de México es el combate a los Cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación que se han involucrado directamente en el tráfico y producción de fentanilo.
La Declaración Conjunta de México y los Estados Unidos para el Entendimiento Bicentenario sobre Seguridad, Salud Pública y Comunidades Seguras también hace un gran énfasis en la intervención del gobierno estadounidense para combatir el tráfico de armas desde su territorio hacia México, por lo que se anunció el reforzamiento de varios operativos internos.
En este contexto, los funcionarios de ambos países se comprometieron a incrementar la cooperación para combatir el tráfico de armas de fuego, por lo que el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) se comprometió a reforzar la Operación De Norte a Sur (Operation Southbound) que busca reducir el tráfico de armas de fuego de los Estados Unidos hacia México.
Durante sus intervenciones, los representantes del gobierno de Estados Unidos de América destacaron que se han incrementado de forma significativa las investigaciones sobre tráfico de armas que tienen un nexo con México, así como las incautaciones de armas de fuego y municiones que tienen como destino a nuestro país.
Además, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) y la propia ATF destacaron el despliegue de nuevas autoridades para conseguir comunidades seguras enfocadas en detener el flujo de armas de fuego del norte hacia el sur.
Por lo anterior, se comprometieron a trabajar con sus contrapartes mexicanas para incrementar el rastreo de armas de fuego a fin de identificar y cortar el origen de los flujos de armas hacia México.
A su vez, el Departamento de Seguridad Interior (DHS) se comprometió a incrementar las incautaciones de armas mediante la Operación Rayo del Desierto (Operation Desert Lighning), enfocada en corredores ya identificados de tráfico de armas; además de señalar que se va a ampliar la Operación Sin Rastro (Operation Without a Trace) que busca identificar el rastro de las armas que se venden y decomisan en México.
En la declaración conjunta de México y Estados Unidos se destaca que el encuentro sirvió para buscar nuevos esfuerzos colaborativos para combatir la epidemia de consumo de fentanilo y el tráfico de armas en América del Norte, en seguimiento a la charla que sostuvieron sobre este tema los presidentes de ambos países, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden durante la Cumbre de Líderes de América del Norte celebrada en nuestro país los días 9 y 10 de enero.
Además, las delegaciones de México y Estados Unidos se comprometieron a realizar eventos públicos en ambos lados de la frontera para llamar la atención de las personas sobre la importancia de no traficar armas y de los peligros que implica el consumo de drogas sintéticas como el fentanilo.
Además, ambas naciones se comprometieron a convocar a un panel binanional de expertos para compartir información y buenas prácticas sobre campañas de uso de sustancias y prevención de sobredosis basados en evidencia entre expertos en salud pública de México y EE. UU.
En la Declaración Conjunta, se destaca que la delegación mexicana de esta cumbre incluyó a la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez; al Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon; al fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero; al secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; all secretario de Marina, José Rafael Ojeda; al secretario de Salud, Jorge Alcocer Álvarez; y al director general de Centro Nacional de Inteligencia, Audomaro Martínez Zapata.
Además, estuvieron presentes el titular de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Alejandro Svarch Pérez; el titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones, Gady Zabicky Sirot; el jefe de Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco Álvarez; y el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán.
La de los Estados Unidos de América estuvo integrada por la asesora de Seguridad Nacional del gobierno de Biden, Elizabeth Sherwood-Randall; el fiscal general Merrick Garland; el director de la Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, Rahul Gupta; la subprocuradora general Lisa Monaco; el subsecretario de Seguridad Interior, John Tien; el embajador de los Estados Unidos en México, Ken Salazar; el subsecretario de Estado para el Buró de Narcóticos y Asuntos de Aplicación de la Ley Internacionales (INL), Todd Robinson; la subsecretaria adjunta del Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental, Rachel Poynter; y los directores senior del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Juan Gonzalez y Tiffany Eppelheimer.