Decenas de miles mexicanas pasarán este 10 de mayo, Día de las Madres en el país, en busca de sus hijos desaparecidos en medio de la crisis histórica de más de 110,000 personas no localizadas.
Mientras la mayoría de las madres festejan con sus hijos, Guadalupe Escobar pasa esta fecha buscando en el desierto a su hijo Ernesto Alonzo Sánchez Escobar, quien lleva casi un mes desaparecido en Santa Ana, en el norteño estado de Sonora.
Ella no ha perdido la esperanza de que aparezca con vida, pero espera hallarlo aunque sea muerto para encontrar paz.
Para ella y otras madres buscadoras, el Día de las Madres ya no representa gozo, sino dolor.
“No significa nada, tengo mi corazón lleno de odio, de coraje, de dolor. Los días son como una noche, no encuentro respuesta ni nada. ¿Cómo voy a vivir? No lo sé porque me han arrancado un pedazo de mi corazón”, aseguró Escobar a EFE.
Madres buscadoras que se vuelven criminólogas
México superó hace un año la cifra histórica de más de 100,000 personas desaparecidas desde que hay registro, la mayoría de ellas hombres y víctimas del crimen organizado.
Ante la insuficiente acción del Estado, la mayoría de quienes buscan a estos desaparecidos son sus progenitoras, conocidas como “madres buscadoras”.
“En mi cumpleaños él era el primero que estaba ahí conmigo y ahora (estoy) sola. Es un sufrimiento, la cosa más espantosa del mundo, pero ahí en Santa Ana no se hace nada, te digo que todos vieron y no fueron para darle la mano a mi hijo”, relató Escobar.
Estas mujeres se vuelven “todólogas” cuando tienen un hijo desaparecido, comienzan a dominar las ciencias de la criminología, como el ser forenses, peritos o antropólogas, para reconocer cuerpos en las fosas y hogueras clandestinas.
Es el caso de Norma Alicia Medina, quien busca a su hijo Daniel Antonio Gutiérrez, desaparecido desde el 27 de octubre de 2021.
“Ya no hay Día de las Madres, para nosotras ya no hay Navidad, no hay cumpleaños, ya no hay Día de las Madres, ya no existen fechas, a nosotras nos cambió la vida por completo”, expresó Medina.
Medina contó que su hijo era travieso, y que perderlo sin saber dónde está ha roto su familia.
“Sé que tengo hijas y nietos, pero no, ya nada es igual. Aquí andamos, buscando, buscando y como dice el dicho: el que busca encuentra, espero encontrarlo pronto”, aseguró Medina.
Para las madres buscadoras este 10 de mayo es un día más, sin nada que festejar.
El problema es particularmente agudo en Sonora, un estado plagado de fosas clandestinas en el desierto y donde los crimínales tiran los cuerpos de las víctimas, incluso, en el Mar de Cortés, el llamado “acuario del mundo” convertido ahora en una pozo de cuerpos.
El colectivo de Madres Buscadoras de Sonora tiene reportes y fichas de búsqueda por más de 7,000 desaparecidos en todo México y ha encontrado más de 2,000 cuerpos.
Gracias a su labor, muchas madres tienen una tumba o un nicho donde ir a llorar a su hijo.