Con el fin de mejorar la salud de los mexicanos, el Gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto que se adhiere a la Ley Federal de Salud, en este se busca prohibir las grasas trans en alimentos y bebidas, lo que traería por consiguiente la prohibición de los alimentos que las contengan.
¿Por qué prohibirán estos alimentos?
Según el decreto aprobado por la Secretaría de Salud se prohíbe que los alimentos y bebidas no alcohólicas, así como los aceites y grasas comestibles, contengan grasas trans añadidas durante su proceso de elaboración industrial.
Además, se establece un límite máximo de dos partes de ácidos grasos trans de producción industrial por cada 100 partes del total de ácidos grasos.
Es obligatorio que los productos que contengan grasas trans, así como los plaguicidas, nutrientes vegetales y sustancias tóxicas o peligrosas, cuenten con una autorización sanitaria para su venta o suministro.
Aunque aún no se ha informado cómo será la regulación o prohibición de los alimentos y bebidas que contengan grasas trans en exceso, ya se ha dado a conocer una lista que, sin incluir marcas, explica cuáles serán los productos que entrarán en el decreto.
Por lo pronto se ha informado que la medida entrará en vigor en septiembre del año 2023, es así como las empresas que comercialicen productos con estas categorías tendrán hasta esa fecha para tomar acciones.
Alimentos que serán prohibidos:
Pasteles
Galletas dulces
Tartas
Manteca vegetal
Palomitas para microondas
Pizza congelada
Papas fritas
Donas
Pollo frito
Salsas
Helados
Botanas saladas
Cremas de leche para café
Masa refrigerada
Bebidas que serán prohibidas
Refrescos
Cafés o tés con crema añadida
Leche láctea alta en grasa
Bebidas y licuados con aceites de coco o de palma
Bebidas elaboradas a base de helado
Jugos artificiales
Aguas de sabores endulzadas con azúcar
Cocteles cremosos sin alcohol
¿Qué enfermedades ocasiona la comida chatarra?
El consumo frecuente de comida rápida en México ha dado lugar a una serie de problemas de salud significativos en donde los consumidores no sólo se encuentran en riesgo de desarrollar alguna de estas enfermedades, sino que también agrava los problemas para quienes ya las padecen; algunas de ellas son:
Obesidad: La comida rápida es generalmente alta en calorías, grasas saturadas, azúcares y sodio. El consumo excesivo de estos alimentos puede contribuir a la obesidad, que es un problema de salud grave en México; la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, hipertensión y ciertos tipos de cáncer.
Diabetes: La ingesta regular de comida rápida, que a menudo contiene altos niveles de azúcar y carbohidratos refinados, puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Esta enfermedad crónica es una de las principales causas de discapacidad y muerte en México.
Enfermedades cardiacas: La comida rápida tiende a ser alta en grasas saturadas y colesterol, lo cual puede elevar el nivel de colesterol en sangre y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, como enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares.
Problemas digestivos: La comida rápida suele ser baja en fibra y nutrientes esenciales, lo que puede causar problemas digestivos, como estreñimiento y trastornos gastrointestinales.
Deficiencias nutricionales: El consumo excesivo de comida rápida puede llevar a una ingesta insuficiente de nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales y antioxidantes, esto puede contribuir a deficiencias nutricionales y a un mayor riesgo de enfermedades relacionadas con la nutrición.
Adicción a la comida chatarra: Algunos ingredientes utilizados en la comida rápida, como el azúcar y los aditivos artificiales, pueden tener propiedades adictivas, esto puede conducir a un consumo excesivo y dificultades para adoptar una dieta equilibrada y saludable.