En el arranque de las giras de trabajo de los aspirantes de Morena, el PT y PVEM, rumbo a la encuesta que definirá al coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que no afectará la equidad de esta contienda al tiempo que alertó sobre el interés de afectar a las llamadas “corcholatas”, como a Marcelo Ebrard, con viejos casos de hostigamiento.
Al opinar sobre una investigación que se realiza a la familia de excanciller Ebrard Casaubón sobre la adquisición de diversos bienes inmuebles con recursos de procedencia ilícita, el mandatario federal dijo que el exfuncionario ya fue objeto de una persecución en el pasado, en específico por el expresidente Enrique Peña Nieto, quien lo acusó de revelar documentos relacionados a la Casa Blanca.
“Lo más conveniente sería que yo no hablara, pero como ya se dio a conocer aquí y sí pienso que perjudica a Marcelo Ebrard tengo que defender a Marcelo. No conocía de este expediente, pero ¿por qué lo defiendo? Lo conoce, no es por estar tomando partido.
“Esperar lo que opine la gente como, ¿para dónde va Vicente? Para dónde va la gente. Voy a ir hacia donde la gente diga, no hay, no ha habido tapado, destapado, dedazo, cargada, el presidente no va a imponer a su sucesor, como era antes, no somos iguales”, dijo.
De acuerdo con una investigación realizada por el la revista Contralínea, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) realizó una indagatoria sobre la adquisición de bienes inmuebles de lujo, en Santa Fe, en la Ciudad de México, con recursos supuestamente provenientes de actividades ilícitas, de familiares de Marcelo Ebrard.
De igual forma, se señala un nexo que tiene la familia de excanciller con empresas que fueron favorecidas con la concesión la Vía Rápida Poniente y de la cual la otrora Procuraduría General de la República (PGR) no ejerció acción penal en 2017 al considerar que la fluctuación de los precios de los inmuebles no era de consideración por lo que no se acreditaba un beneficio extraordinario a la familia de Ebrard.
Según el acuerdo que los aspirantes de Morena, el PT y PVEM firmaron hace dos semanas, se tiene prohibido que funcionarios públicos, como el presidente de la República, opinen a favor o en contra de los aspirantes.
Este pacto, que fue dictado por el propio López Obrador, fue suscrito por todas las “corcholatas”, pues garantiza que el proceso sea limpio y no haya cargada a favor o en contra de ningún aspirante a sucederlo.