Recientemente concluyó la cuarta ola de calor en el país, la cual trajo altas temperaturas a los estados del norte y condiciones calurosas persistentes en las regiones centrales, occidentales y sureñas. A pesar de que estamos en la temporada de lluvias y huracanes, el calor no ha desaparecido por completo, y existe la posibilidad de que una quinta ola llegue próximamente.
Las olas de calor son fenómenos naturales que ocurren regularmente como parte del ciclo natural de regulación de la temperatura en el planeta. Sin embargo, suelen ser más frecuentes entre los meses de marzo y mayo. Aunque nos acercamos a mediados de julio, los efectos de las olas de calor persisten e incluso se espera que haya más.
Existen alrededor de 20 estados que podrían verse afectados por la quinta ola de calor.
Entre ellos se encuentran Jalisco, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas, Baja California Sur, Campeche, Colima, Durango, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Estas regiones podrían experimentar temperaturas amenazadoras, oscilando entre los 40 y 45 grados Celsius, similar a lo que se experimentó al comienzo de la temporada.
¿Qué es una ola de calor y por qué se produce?
Científicamente, una ola de calor se refiere a grandes masas de aire seco con altas temperaturas, superiores a las condiciones habituales. Aunque pueden tener orígenes naturales, en la actualidad son en gran medida resultado del crecimiento urbano, la emisión de contaminantes, los incendios forestales y la deforestación excesiva. Entre las características principales de una ola de calor se destacan las altas temperaturas durante el día y la dificultad para enfriar el ambiente durante la noche.
Además de las altas temperaturas, las olas de calor pueden provocar sequedad en el aire, disminución de la humedad, falta de precipitaciones y daños a los cultivos. También pueden tener repercusiones en la salud, como deshidratación, insolación y golpes de calor, condiciones que pueden resultar mortales, especialmente para grupos vulnerables.
Actualmente es difícil determinar si habrá o no una quinta ola de calor, pero se sabe que a medida que avanza el verano, las consecuencias pueden ser severas, incluso en presencia de las lluvias estacionales. Por lo tanto, se recomienda tomar precauciones, como usar ropa de manga larga de algodón, accesorios que protejan contra la radiación solar (como gorras y gafas de sol) y preferir los horarios de menor exposición a las altas temperaturas, es decir, evitar las horas entre las 12:00 y las 16:00 horas. Además, es importante mantenerse hidratado adecuadamente y de manera constante.