El caso de Mario Aburto Martínez, conocido por ser condenado como el asesino del excandidato presidencial Luis Donaldo Colosio, ha tomado un giro significativo.
Después de obtener un amparo por parte del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal de Toluca a través del juicio 104/2021, Aburto Martínez podría salir de prisión en marzo de 2024.
La condena original de más de 40 años de prisión ha sido invalidada, y se ha ordenado al juez que emita una nueva sentencia basada en el Código Penal de Baja California vigente en el momento de los hechos.
Según esta ley, la pena por asesinato calificado, como el que se le imputó a Aburto Martínez, es de 16 a 30 años de prisión, lo que abre la posibilidad de que cumpla una pena menor.
En virtud de esta nueva sentencia, si se le impone la pena máxima, Aburto Martínez podría ser liberado el 23 de marzo de 2024, exactamente 30 años después de su detención por el asesinato de Luis Donaldo Colosio.
El asesinato de Colosio, ocurrido el 23 de marzo de 1994 en la colonia Lomas Taurinas de Tijuana, es considerado uno de los magnicidios más impactantes en la historia de México desde el asesinato del presidente electo Álvaro Obregón en 1928.
Mario Aburto Martínez, oriundo de Michoacán y nacido en 1970, fue la única persona condenada por este crimen. Aburto se trasladó a Tijuana, Baja California, en 1987, donde trabajaba en una maquiladora.
La versión oficial de los hechos sostiene que Aburto disparó contra Colosio Murrieta después de un acto de campaña, llevando a su arresto dos días después. Fue acusado de homicidio calificado con premeditación, ventaja y alevosía, además de la portación ilegal de un arma de fuego.
Fue hasta octubre de 2004 que recibió una sentencia de 48 años de prisión, la cual se redujo a 45 años luego de varios amparos.
El caso ha tomado un nuevo giro con la propuesta de la Fiscalía General de la República (FGR) de reabrir la investigación sobre el asesinato de Colosio.
Se basa en una carta escrita por Mario Aburto, en la que menciona al expresidente Carlos Salinas de Gortari y al exgobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones. Además, Aburto alega haber sido torturado y presionado para inculparse, lo que llevó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a solicitar la reapertura del caso en 2021 debido a presuntos actos de tortura.
Aburto afirmó en su carta que recibió amenazas “si no se hacía pasar por el verdadero culpable”, y fue torturado “por agentes de la P.G.R. en las que participó el entonces gobernador de Sonora, Manlio Favio Beltrones por ordenes según él –supuestamente del Presidente Carlos Salinas de Gortari, según después lo confesaría dicho gobernador de Sonora a una Radio Difusora Mexicana”.
La CNDH también ha señalado que las autoridades ocultaron estos actos de tortura y que los custodios mantuvieron a Aburto en cárceles distantes de su familia, lo que constituye una violación de sus derechos humanos.
El caso de Mario Aburto Martínez continúa generando interés y controversia, y un Tribunal Colegiado de Apelación deberá emitir una nueva sentencia en relación a su caso.
