La principal aerolínea de México, Aeroméxico, ha anunciado la decisión de mantener en tierra sus aviones Boeing 737 MAX-9 hasta que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) emita una directriz. Este anuncio se produce después de que la FAA anunciara "importantes acciones" relacionadas con la supervisión de la fabricación de estos aviones.
Siguiendo las directrices de la FAA, la empresa informó en un comunicado que los 19 aviones Boeing 737 MAX-9 de su flota permanecerán en tierra hasta que la autoridad y el fabricante establezcan las inspecciones necesarias para permitir su retorno a servicio.
Las medidas anunciadas por la FAA, que incluyen una auditoría a la línea de producción del Boeing 737-9 MAX y a sus proveedores, tienen como objetivo evaluar el cumplimiento de Boeing con los requisitos de calidad. Este escrutinio se intensificó luego del incidente ocurrido el pasado sábado con un 737-9 (MAX) de Alaska Airlines, que experimentó la pérdida de parte del fuselaje en pleno vuelo.
Aeroméxico lamentó ahora los inconvenientes por la medida, que provocaron la cancelación de 131 vuelos y afectaron a más de 19 mil pasajeros de esta aerolínea, según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
En respuesta a las dificultades ocasionadas, la aerolínea prometió una política de flexibilidad para reprogramar vuelos sin costo por cambios de itinerario. Además, se comprometió a proporcionar notificaciones personalizadas para reacomodar a los clientes afectados en el resto de su flota, compuesta por 134 aviones.
“Para Aeroméxico la seguridad de nuestros clientes y colaboradores es y seguirá siendo la más alta prioridad, por ello trabajamos con las autoridades y el fabricante para garantizar que el regreso de estos aviones sea confiable y bajo los más altos estándares de seguridad”, apuntó el boletín.
El Gobierno de Estados Unidos ordenó el miércoles la inmovilización de todos los aparatos Boeing 737-9 (MAX) “hasta que sean seguros”, aunque varias compañías, como la propia Alaska y United Airlines, ya habían suspendido los vuelos operados con esos modelos.
El incidente con el avión de Alaska Airlines, que perdió parte del fuselaje en vuelo, ha elevado la preocupación en torno a la seguridad de estos aviones.