El presidente Andrés Manuel López Obrador, celebró la compra de 13 plantas de la multinacional eléctrica española Iberdrola por parte del Gobierno Federal, realizada por 6 mil 200 millones de dólares.
Durante la conferencia de este martes, el mandatario destacó la importancia de esta operación, señalando que estas plantas fueron de las primeras en iniciar durante el periodo de privatización de la industria eléctrica. Además, resaltó el cambio de lo privado a lo público al pasar a ser una empresa pública.
Con esta compra, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tomará el control de más del 50% de la generación de energía eléctrica en el país. La transacción, cerrada el lunes, incluyó doce centrales de generación de ciclo combinado y un parque eólico, representando el 55% del negocio de Iberdrola en México.
La capacidad instalada de estas 13 centrales alcanza los 8.539 MW, siendo el 99% de ciclos combinados de gas. Un 87% de estas plantas opera bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, con contratos con la CFE.
Adicionalmente, más de 460 empleados de estas instalaciones se integrarán al fideicomiso liderado por México Infrastructure Partners (MIP).
Tras esta venta, Iberdrola mantendrá 15 plantas en México, enfocándose en su actividad con clientes privados y proyectos renovables, buscando expandir sus activos eólicos y solares en los próximos años.
Aunque el presidente López Obrador consideró inicialmente esta adquisición como una "nueva nacionalización", la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) impuso el 8 de febrero condiciones para concretar la compra, incluyendo la operación independiente de las plantas respecto a la CFE, la empresa eléctrica del Estado.