El domingo se llevó a cabo el primer debate entre los tres candidatos a la jefatura de la Ciudad de México.
Clara Brugada de Morena propuso un sistema público de cuidados, el cual incluye guarderias y estancias infantiles, comedores y hasta un “salario rosa”; sin especificar su financiamiento.
Santiago Taboada de la coalición PRI-PAN-PRD propuso mejorar las escuelas de la ciudad y garantizar el abasto de agua en la capital mexicana, así como impulsar los mercados de la CDMX, sin detalles sobre inversiones.
Salomón Chertorivski propuso extender la línea dos del metro hasta Xochimilco y Milpa Alta, la línea cuatro al municipio de Ecatepec y realizar una nueva línea en la avenida insurgentes, sin mencionar de dónde vendrían los fondos.
Los candidatos ignoraron preguntas cruciales y prefirieron ataques personales.
Brugada criticó a Taboada y Chertorivski evadiendo temas clave. Taboada acusó a Brugada de corrupción y ella no desmintió las acusaciones. Chertorivski no especificó la reducción de pobreza que lograría.
El debate también incluyó acusaciones sin respuesta. Taboada señaló una adquisición inmobiliaria no declarada por Brugada, quien no abordó el tema. Brugada acusó a Taboada de respaldar intereses inmobiliarios, sin respuesta de él.
Además, Brugada mencionó convertir CDMX en la "ciudad de las clases medias", contrariando a AMLO. Chertorivski optó por disfrutar las disputas entre sus rivales con palomitas.
Los candidatos se autodeclararon "ganadores" del debate, generando críticas y memes en redes sociales. El evento fue organizado por el Instituto Electoral de Ciudad de México (IECM) y conducido por Blanca Becerril y Víctor Hugo Michel.