Los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 en Iguala, Guerrero, pedirán a la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, que ordene a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) entregar la información que aún retiene sobre el caso y solicite el regreso del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Vidulfo Rosales, abogado de los padres, declaró a Proceso que durante la reunión con Sheinbaum, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, esperan un compromiso para encontrar a los desaparecidos y esclarecer el caso.
Consideran fundamental que Sheinbaum instruya a la Sedena a entregar toda la información sobre los eventos de la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014, cuando militares del 27 Batallón de Infantería en Iguala siguieron de cerca los ataques del grupo criminal Guerreros Unidos contra los normalistas y su participación posterior.
Cristina Bautista, madre del normalista Benjamín Ascencio Bautista, enfatiza que exigirán al Ejército entregar los documentos faltantes para esclarecer el caso.
La reunión podría realizarse entre agosto y septiembre, en el contexto del 10 aniversario de la Noche de Iguala.
Mario González, padre del estudiante desaparecido César Manuel González Hernández, señala que solicitarán a Sheinbaum que el Ejército entregue los 800 folios retenidos y que el GIEI regrese para revisarlos.
Esos documentos, mencionados en otros informes de inteligencia ya entregados, podrían revelar el paradero de los estudiantes.
Aunque los militares aseguran haber entregado toda la información, los padres creen que el alto mando de la Sedena engaña al presidente López Obrador. Por ello, esperan que Sheinbaum sea más sensible y continúe la investigación.
González lamenta que el caso no se haya esclarecido durante el sexenio de López Obrador, a pesar de su promesa en 2018. Afirma que López Obrador tuvo la oportunidad de ser un presidente humanista, pero optó por apoyar al Ejército.
El GIEI, que investigó el caso Ayotzinapa durante ocho años, reveló la "verdad histórica" fabricada por el gobierno anterior. Sin embargo, dejó México en julio de 2023 debido a la negativa de la Sedena a abrir completamente los archivos de inteligencia.
Rosales explica que el GIEI revisó 70,000 documentos y descubrió 886 folios faltantes que ahora exigen a la Sedena.