Miles de personas se manifestaron este jueves en las principales avenidas de Chilpancingo, la capital de Guerrero, para exigir justicia tras el brutal asesinato del presidente municipal, Alejandro Arcos.
Su cuerpo, hallado decapitado el pasado domingo, ha generado indignación en la población, especialmente porque Arcos solo llevaba seis días en el cargo.
Los manifestantes, que vestían de blanco y portaban globos y carteles del mismo color, demandaron al gobierno estatal, liderado por Evelyn Salgado del partido Morena, que acelere las investigaciones y localice a los culpables de este crimen.
La marcha fue convocada desde el martes y reunió a hombres, mujeres y niños que clamaban por un cambio en la situación de seguridad en la región.
#Chilpancingo
— Jonatan Mendoza (@Jonatan93294410) October 10, 2024
Difícil callarse ante este hecho, difícil no conmoverme ante el grito de JUSTICIA 🕊️
La marcha por la paz ya llegó a la plaza pic.twitter.com/Vi7wb9tk4a
El 6 de octubre, las autoridades descubrieron el cuerpo sin vida de Arcos en un vehículo, con una cabeza humana en el toldo, que correspondía a su persona. Según los reportes policiales, el cadáver se encontró en el asiento del copiloto.
Este suceso se suma al asesinato del secretario general de gobierno de Arcos, Francisco Tapia, ocurrido días antes.
Al asumir su cargo el 30 de septiembre, Arcos se comprometió a "garantizar la paz y la seguridad en el municipio", prometiendo trabajar "de la mano del Ejército mexicano".
Sin embargo, el martes, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Omar García Harfuch, reveló que Arcos no había solicitado protección del gobierno federal antes de su asesinato.
La violencia en Guerrero ha ido en aumento, especialmente en Chilpancingo y sus alrededores, donde diversos grupos del crimen organizado luchan por el control territorial, lo que ha desencadenado un alarmante aumento de delitos como el narcotráfico y la extorsión.
La comunidad pide acciones efectivas para restaurar la paz y la seguridad en la región.