La Fiscalía de Jalisco ha identificado a Gonzalo Mendoza Gaytán, alias "El Sapo" o "El 90", como uno de los principales responsables de los campos de exterminio y centros de adiestramiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), como el hallado en Teuchitlán.
Según las autoridades, las investigaciones se basan en testimonios de personas que estuvieron en estos sitios, lo que permitió confirmar la identidad de Mendoza Gaytán como líder del grupo Élite Delictivo de Reacción Inmediata (GEDDRI).
Este grupo criminal también estaría vinculado con la desaparición y muerte de cinco jóvenes en Lagos de Moreno, ocurrida en 2023. Las fuentes han señalado que Mendoza Gaytán se encarga de entrenar a futuros sicarios que serán enviados al frente de batalla del cártel.
Los campos de entrenamiento del CJNG o escuelas del crimen, como también se les conoce, se localizan en diversas zonas de Jalisco, incluyendo Talpa de Allende, Puerto Vallarta y Ahualulco de Mercado.
Gonzalo Mendoza Gaytán, originario de Michoacán y hermano de otro miembro del cártel, Abundio Mendoza Gaytán (alias "El Güero Abundio"), tiene un historial de violencia.
En 2015, fue responsable de la emboscada que mató a 15 policías de la Fuerza Única Jalisco, como venganza por la muerte de Heriberto Acevedo Cárdenas, alias "El Gringo".
Además, su nombre está relacionado con el asesinato del exgobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval, en diciembre de 2020. En este mismo crimen también habría participado el colombiano Carlos Andrés Rivera Varela, La Firma.
Por otro lado, Francisco Javier Gudiño Haro, apodado "La Gallina", es otro líder clave del CJNG. Actual jefe en la zona metropolitana de Guadalajara, es conocido por su papel como reclutador de sicarios.
Se le vincula con la desaparición de al menos 60 personas en la Central de Autobuses de Tlaquepaque, quienes fueron captadas bajo falsas promesas de trabajo. Además, ha ordenado el reclutamiento forzado de narcomenudistas como castigo por no cumplir con los pagos.
"La Gallina" también está involucrado en varios crímenes, incluyendo el intento de homicidio del Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, en 2020, y el asesinato de Salvador Llamas Urbina, en 2022.
Su influencia en la violencia en la zona metropolitana de Guadalajara ha sido significativa, especialmente en los conflictos entre narcotraficantes y las narcofosas encontradas en la región de Tlajomulco de Zúñiga.
Las autoridades federales, tras asumir el control de la investigación sobre el campo de exterminio en Teuchitlán, continúan trabajando para desmantelar las operaciones de estas células criminales.