Al parecer cerrará la semana sin que en el Partido Revolucionario Institucional se de a conocer la decisión tomada desde su Comité Ejecutivo Nacional; mucho del atraso se debe a la negativa, acompañada de necedad, que Amado Orihuela mostró al postergar su renuncia al Comité Directivo tricolor. Era necesario ese movimiento para permitir que los actores de confianza del CEN pudieran actuar; el tema de la equidad en la competencia fue mero pretexto.
De por si era ridículo y descarada la forma de exigencia de 12 aspirantes. Pero faltaba quien cerrara la pinza: de última hora David Jiménez, en quien se percibía una figura imparcial, por su puesto actual, recuerda que existe y se permitió inscribir en el proceso de selección a Gobernador.
En Acción Nacional llegaron las renuncias y con ello la formalidad en la competencia por la candidatura. Los ex secretarios harán sombra y darán pelea al Senador ya registrado como aspirante. En la reciente visita presidencial, de los tres, quien se llevó el foro y la “placeada” fue Adrián Rivera Pérez. La publicación de la fotografía que da cuenta de ser integrante del grupo de privilegio no es coincidencia.
En este instituto la decisión se extiende hasta marzo, es ya sabido y las reglas están claras. Serán los militantes activos y adherentes quienes tomen la decisión. Un juego democrático que se antoja interesante y esperemos transparente.
En las izquierdas el equipo de Andrés López Obrador saca una baraja de la manga al convencer a Rabindranath Salazar Solorio de buscar la candidatura. Prácticamente son tres contra uno; todos contra Graco, se puede leer.
El método de la encuesta y el compromiso asumido frente al propio AMLO de respetar el resultado, invitación repetida por lo menos ocho veces en cada una de las plazas que visitó en su reciente gira a Morelos, ante la presencia de los cuatro aspirantes, coloca en una encrucijada a los derrotados. Una llamada de atención con sabor a advertencia.
Tres de ellos llegarán y comenzarán los acomodos y ajustes. Los ataques y debilidades de cada uno de ellos serán resaltadas y en algunos casos aflorarán nuevas notas que causarán daño. Sin embargo, dependerá de los equipos de Comunicación Social el proyectar la imagen necesaria para atraer voto mediante el mensaje de fondo y de trascendencia. Aquel que se pierda en la defensa de todo lo que se le señale o en el ataque sin cuartel sobre sus contrincantes, se rezagarán.
Al aire
Enrique Peña Nieto divulgó la lista de su equipo de campaña. Luis Videgaray Caso es coordinador general. Jorge Carlos Ramírez Marín y Felipe Solís Acero son vicecoordinadores generales, Aurelio Nuño y David López, coordinadores de difusión y de comunicación social, respectivamente.
Baltazar Hinojosa, Paloma Guillén Vicente, Ramiro Hernández García y Héctor Pablo Ramírez Puga son coordinadores regionales por circunscripción electoral.
Lucas Hopkins es coordinador de campaña permanente en el país, Ildefonso Guajardo coordinador de vinculación empresarial; Salomón Rosas Romo, coordinador de vinculación política y Emilio Lozoya, coordinador de vinculación internacional.
María Esther Sherman, coordinadora de evaluación y seguimiento de la campaña; Héctor Velasco Orduña, coordinador de giras; Benito Neme Sastré, asesor jurídico y Edwin Lino Zárate, secretario particular de Peña Nieto.