"Que 43 jóvenes sean asesinados de esa forma, no sólo asesinados, sino quemados en un basurero, como basura, como si fueran mierda, es una gran vergüenza personalmente y para el país. ¿Cómo el país va a enfrentar al mundo después de esto?", se preguntó Poniatowska en una charla con un reducido grupo de medios en Miami, donde este domingo es la invitada a la inauguración de la Feria del Libro.
"Lo que ha sucedido en mi país además de una tragedia es un retroceso espantoso", aseguró la escritora, ganadora del Premio Cervantes 2013. "Después de la matanza de Tlatelolco, estaba persuadida de que no habría otra masacre, pero claro que en mi país es muy fácil, porque la muerte siempre anda muy cerca por la cantidad de armas y por una cierta filosofía de la vida, por una cercanía con la muerte", aseguró Poniatowska.
"Nos recuerda a los campos de concentración, a Auschwitz, a Birkenau, a Treblinka, nos recuerda a la Segunda Guerra Mundial, la eliminación de seres humanos", dijo apesadumbrada la escritora, que documentó la masacre de estudiantes por las fuerzas gubernamentales mexicanas en 1968 en su obra "La noche de Tlatelolco". Aunque ahora, a los 82 años, dejará esa misión a otros periodistas más jóvenes, dice, algo cansada de que en México la consideren como "la viuda de todas las desgracias".
Puede entender la violencia...
Los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa desaparecieron el 26 de septiembre. Según la reconstrucción oficial de los hechos, la policía de Iguala, en el sur de México, los detuvo supuestamente por orden del alcalde, José Luis Abarca, para evitar sus protestas y los entregó a un grupo de narcotraficantes conocido como Guerreros Unidos. De acuerdo al testimonio que las autoridades aseguran haber obtenido de tres miembros de la banda, los jóvenes fueron quemados vivos y sus cenizas arrojadas al río. Las familias de los jóvenes desaparecidos rechazan la versión oficial, ya que todavía no hay pruebas científicas que la corroboren. Los pocos restos hallados serán analizados por un laboratorio en Austria para determinar si se trata de los jóvenes.
La impunidad, la equivalencia entre delincuentes y autoridades y la ausencia de justicia, reclamada por las familias de los desaparecidos, es algo "desesperanzador" para Poniatowska, que asegura entender que las protestas estén siendo violentas en ocasiones. "Estoy en contra del vandalismo, pero es muy duro pensar que no hay salvación. Se justifica en cierto momento por la desesperación de la gente, que es enorme, por la rabia. Es comprensible. Si no tienes una parte que se rebela, quiere decir que estás muerto", dijo.
Corrupción enraizada en "Estado fallido"
Poniatowska destacó como problema básico de México el "abismo" entre las clases sociales. "Tenemos al hombre más rico del mundo (Carlos Slim) y luego está la gente que no tiene nada, ¿cómo va a avanzar un país con esto?", se preguntó antes de destacar lo enraizada que está la corrupción en el país. "Robar es una fuente terrible de podredumbre, de quitarle sus raíces a un país, de enlodarlo", criticó. "Un funcionario honesto es casi como una aguja en un pajar".
Los mexicanos exigen respuestas
La escritora, que ha mezclado la ficción con la no ficción a lo largo de su carrera, aseguró que la realidad en México es tan fuerte que no hay necesidad de inventarla. "Es como de Shakespeare. Hace años bajan a (el candidato presidencial Luis Donaldo) Colosio (en 1994). Le dan un balazo, a su mujer le da cáncer y muere tres meses después. ¿Qué ficción necesitas? Tienes toda una tragedia ahí en poco tiempo. Una ficción como la de cualquier obra de Shakespeare. No somos un país en el que nunca sucede nada. Ojalá sucedieran también cosas buenas. Ojalá les pudiera contar cosas de las que estoy orgullosa", lamentó la escritora.
Poniatowska afirmó que le duele "demasiado" que definan a México como un "narcoestado", pero admitió: "Es un Estado fallido, es totalmente inferior a su pasado".
Con Información de Deutsche Welle