La crisis de seguridad por la que atraviesa Michoacán acaparó parte del encuentro que tuvo este martes Enrique Peña Nieto con Silvano Aureoles, el gobernador electo del Estado. Tras la entrevista, el ganador de los comicios del 7 de junio abandonó la residencia de Los Pinos con una promesa de respaldo del presidente. Aureoles, un perredista que arrebató el gobierno al PRI, tendrá a partir de octubre la responsabilidad de guiar un territorio que ha duplicado los homicidios desde febrero.
“En las semanas siguientes vamos a revisar con el Gobierno federal un replanteamiento total, una reestructuración total de la estrategia”, dijo Aureoles tras su cita con el presidente. En enero pasado Enrique Peña Nieto retiró a su alfil de Michoacán. Alfredo Castillo había estado un año en la zona. Había sido enviado con el encargo de pacificar el Estado. Durante su mandato trató de poner en orden a los grupos de autodefensas (paramilitares) que brotaron en 36 municipios (de 113) durante 2013 y 2014 para combatir contra los cárteles del narcotráfico.
A principios de 2015 el presidente quitó a su protegido el cargo de comisionado para la seguridad para que no influyera en el proceso electoral de junio. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció en enero el relevo: llegaba el general Felipe Gurrola, un experto en combate al narcotráfico.
Pero las condecoraciones militares de Gurrola no han sido suficientes para resolver el complejo rompecabezas michoacano. En sus primeros dos meses encabezando el mando especial logró disminuir los homicidios de 76 en enero a 49 en marzo. Para abril, sin embargo, los asesinatos volvieron a repuntar. La tendencia siguió hasta cerrar con 106 el mes de mayo, convirtiéndose en el quinto Estado con más asesinatos.
“Lo que esté saliendo bien hay que fortalecerlo. Lo que no, replantearlo… Yo no veo otra salida para mi Estado que no sea caminar de manera muy coordinada con la Federación por la debilidad institucional y financiera de Michoacán”, dijo Aureoles esta mañana.
Este martes dos hombres fueron ejecutados en el municipio de Ecuandureo, cercano a la frontera de la entidad con Jalisco. Esa zona es una de las más violentas del Estado, pues ha sido usada como refugio por células del Cártel Jalisco Nueva Generación. En mayo, la Policía Federal se enfrentó con un grupo de sicarios de esa organización matando a 42 de ellos.
Blancos de Troya
Camisetas blancas y capuchas negras. Un nuevo grupo armado anunció a finales de junio a través de Facebook su nacimiento en Michoacán. Los autodenominados Blancos de Troya prometen defender las áreas de Apatzingán, un conflictivo municipio enclavado en la zona conocida como Tierra Caliente, que ha servido de escenario a los enfrentamientos entre autodefensas y narcotraficantes de distintos cárteles.
“Queremos un Apatzingán libre de cuotas [extorsiones], rateros, secuestradores y todo aquel que se pase de listo con la sociedad”, escribió el novel grupo en Facebook. Cinco integrantes de la banda publicaron una fotografía ocultando sus rostros con sombreros de palma de ala ancha. En la imagen presumen poderosas armas como un fusil Barret y dos lanzacohetes. | elPaís