José Alfredo Jiménez (México, 1926-1973) habría cumplido 90 años este martes. El cantante falleció a los 47 a causa de una cirrosis hepática, pero legó a la memoria colectiva más de 200 éxitos internacionales. Nacido en el municipio de Dolores Hidalgo, en el estado mexicano de Guanajuato, se mudó a los 8 años a la Ciudad de México. Compuso sus primeras canciones siendo un adolescente; principalmente rancheras, huapangos y corridos.
Y José Alfredo sigue vivo en México. En la capital sus canciones suenan en cada esquina y muchos turistas acuden como peregrinos a la famosa cantina del Tenampa, en la plaza Garibaldi, para hacerse una foto frente a su rostro dibujado en un mural. Los comensales piden sus canciones a los mariachis aunque no siempre recuerden quién las compuso. El "¡No te rajes, José Alfredo!" después de un sonoro grito entre ranchera y ranchera forma parte de las expresiones más populares.
"Pasa con él lo que ocurre con los grandes de la canción: sí sabéis quién es, pero no sabéis que lo sabéis", contaba enigmático el compositor Joaquín Sabina sobre José Alfredo. Y añadía: "Él fue quien escribió cientos de canciones que han acompañado a los borrachos de toda el habla hispana". Entre su extensa producción, destacan éxitos como El Rey, En el último trago, Caminos de Guanajuato, Si nos dejan, Que te vaya bonito o Un mundo raro.
Joaquín Sabina y Chavela Vargas en el homenaje al compositor, en 1998. / Claudio Álvarez
Tequila, mariachis y parranda; sus canciones hacen referencia a la bebida, que fue su muerte y su salvación. El más popular de los compositores mexicanos del siglo XX consiguió su disco homenaje, Tributo a José Alfredo Jiménez, en 2003, de la mano de compositores como Julieta Venegas, Ana Belén, Pasión Vega, Miguel Mateos o su gran admirador Joaquín Sabina.
Chavela Vargas fue íntima amiga de José Alfredo y regresó a los escenarios en 1998 expresamente para actuar en un concierto conmemorativo del intérprete mexicano. Junto a Lucrecia, Joaquín Sabina, Víctor Manuel y Rancapino, llevó las canciones eternas y desgarradoras de este poeta del pueblo a los escenarios de Bilbao, Valencia, Barcelona y Madrid. | el País
Homenaje de Google
Google ha querido homenajear a José Alfredo Jiménez con un Doodle —el logotipo alternativo que publica con ocasión de fechas y eventos especiales— en el 90º aniversario de su nacimiento. El buscador ha elegido un dibujo del cantante, sombrero mariachi en mano, para recordar a esta figura de la música mexicana e internacional.
Si nos dejan, escuchamos a José Alfredo todo el día. Descarga su música en @GooglePlay https://t.co/bnq8tmQBmZ pic.twitter.com/f8r3W8N1Ms
— Google México (@googlemexico) enero 19, 2016
Jose Alfredo Jimenez -- Cuando el Destino
Así recuerdan al Rey, en redes...
Ojalá que te vaya bonito <3
Posted by Fredel Miston on martes, 19 de enero de 2016
90 años del más grande de la música mexicana, 90 años de José Alfredo Jiménez pic.twitter.com/fmp0a9PBbc
— Daniel Reveles (@DePedro26) enero 19, 2016
Un día como hoy, hace 90 años, nació el gran José Alfredo Jiménez ¡viva tu vida José! pic.twitter.com/D7OuobjNQK
— Chavela Vargas (@ChavelaVargas) enero 19, 2016
Grandes personajes de la escena musical, también han rendido homenaje
Enrique Bunbury - El Jinete
Saul Hernandez-Asi es mi amor
Natalia Lafourcade - Mujer Divina
Maná - Te Solté La Rienda
El 'hijo del pueblo' siempre será recordado
No la chifle que es cantada
Sin educación musical y sin saber tocar los instrumentos, pero José Alfredo silbaba el ritmo que le gustaba para las canciones y Rubén Fuentes le hacía los arreglos musicales para que lo acompañara el Mariachi Vargas de Tecalitlán.
Paloma Querida...
Para pedirle matrimonio a Paloma Gálvez compuso el tema “Paloma querida” y se la interpretó en una serenata: Por el día que llegaste a mi vida, Paloma querida me puse a brindar… yo no sé lo que valga mi vida, pero yo te la vengo a entregar, yo no sé si tu amor la reciba, pero yo te la vengo a dejar… Se casó con ella y tuvo dos hijos: José Alfredo y Paloma. Con la Canción “Serenata sin luna” desvaneció una leve diferencial conyugal que los mantuvo separados.
El Hijo del Pueblo
Agradecido por el cariño y el éxito que le dio el público les compuso temas “Gracias”: Cómo puedo pagar, que me quieran a mí, por todas mis canciones, ya me puse a pensar y no alcanzo a cubrir, tan lindas intenciones. Se sentía identificado y se convirtió en el poeta popular que supo atrapar el gozo y el dolor de la gente: “te adoré, te perdí, ya ni modo”, donde una derrota se convierte en una victoria. En la canción “El hijo del pueblo”: Yo compongo mis canciones, pa' que el pueblo me las cante, y el día que el pueblo me falte, ese día voy a llorar.
... No vale nada
…no vale nada! Declaró públicamente que no quería ser llevado a la Rotonda de los Hombres Ilustres por si algún presidente se le ocurría, él quería ser sepultado en Guanajuato y escogió su propio epitafio: “La vida no vale nada. José Alfredo Jiménez”.