El Senado aprobó ayer la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes, conocida como “ley contra la Tortura“, que además de permitir a expertos independientes realizar visitas sorpresa a los reclusorios, obligará a todos los policías a utilizar un dispositivo GPS.
Se busca que, al saber que están monitoreando vía satelite todos sus movimientos, los policías eviten incurrir en malas prácticas en contra de los presuntos delincuentes.
Por medio del GPS se podrá tener certeza en los recorridos que realizan los uniformadosdesde la detención, y hasta que presentan al presunto infractor ante el Ministerio Público. También se monitorearán los tiempos de traslado.
De acuerdo con el artículo 63 de la nueva ley:
“Los agentes de las Instituciones de Seguridad Pública que realicen detenciones deberán contar con un dispositivo electrónico de localización geofísica en tiempo real, que deberá estar en funcionamiento a partir del momento de la detención y hasta la puesta a disposición de la persona detenida; mediante el cual deberán realizar un Reporte Administrativo de manera inmediata al Centro Nacional de Información, a través del Informe Policial Homologado”.
La Ley contra la Tortura establece un castigo de hasta tres años de cárcel a los policías y funcionarios públicos que traten de manera inhumana, incluso con ofensas verbales, a los “detenidos no violentos“.
La nueva normativa se aprobó de forma unanime después de 24 horas de negociación con representantes del Ejército mexicano. Se estableció un plazo máximo de dos años para que los cuerpos policiacos de todo el país cuenten con sus GPS. | Excélsior