Rosalinda Guadalajara, mujer rarámuri y Gobernadora indígena que el pasado viernes fue víctima de dioscriminación en el Bar Kentucky, en Chihuahua, explicó como este tipo de actos son comunes para quienes conforman la comunidad Tarahumara.
A través de un video, la joven detalló que el pasado viernes llegó a dicho bar acompañada de algunos empleados de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), y cuando se disponían a entrar dos guardias del establecimiento se lo impidieron, bajo el argumento de que el lugar se encontraba abarrotado.
Ante esto, los empleados de la dependencia solicitaron hablar con el gerente del lugar, por lo que personal administrativo del Kentucky salió a explicar que la verdadera razón por la que Rosalinda no podía ingresar era porque llevaba puestos huaraches y querían evitar que sufriera algún accidente.
“Por seguridad de ella no la podemos ingresar porque trae huaraches, por si se cae algo, o tiene algún accidente”, explicó una de las dos personas que salió a atender la situación.
Sin embargo, Rosalinda ya sospechaba que esa explicación escondía algo más que proteger su seguridad, porque mientras le decían esto también miraban fijamente su vestimenta: “yo me quede pensando: en tiempo de calor como puede ser que sí entran muchas personas con huaraches”.
Por lo que enseguida comentó a sus acompañantes que no iban a entrar, y la razón era ella, “pero que les costaba decirme que no puedo ingresar por que soy Tarahumara, en vez de ponernos tantas trabas”, expresó la Gobernadora indígena.
“bienvenidos al mundo de los rarámuris, eso es lo que enfrentamos todos los días”, manifestó Guadalajara, a agregó “ahorita ha reaccionado mucha gente, inconforme con todo esto que me pasó, pero ¿se imaginan si le hubiera pasado a un miembro de la comunidad? no creo que ahorita estuviera interesada la gente”.
El fin de semana la situación de la que fue víctima Rosalinda se viralizzó en redes sociales, después de haber sido denunciada por medios locales.Por lo que El bar ubicado en la avenida Juárez, en una zona céntrica, fue “suspendido” por elementos de la Procuraduría Federal de Consumidor (PROFECO).
El acto fue encabezado por el subdelegado de la dependencia, Iván Lara Rendón. En la entrada del local se colocaron sellos con la leyenda “nos reservamos el derecho de admisión”.
No obstante, el establecimiento sigue operando de manera regular ya que la sanción fue sólo administrativa, y sólo se otorgó una llamada de atención. | Sin Embargo