Tras el ataque a balazos registrado en una escuela de Monterrey, Nuevo León, donde un estudiante abrió fuego en contra de sus compañeros y después se suicidó, la Comisión Nacional de Seguridad, a través de la Policía Federal, implementa en las escuelas del país un programa para detectar y prevenir la violencia.
Miguel Ángel Martínez Colunga, director general de Proximidad Social de la División Gendarmería de la Policía Federal, dijo que con este programa se busca detectar conductas antisociales y prevenir casos como el registrado en el estado del norte del país.
“El objetivo de este Programa Nacional de Prevención de la Violencia en el Sector Educativo es implementar tres temas de prevención muy importantes, que van destinados a padres de familia, a los jóvenes y a los docentes; es un programa de prevención de conductas antisociales, de prevención de violencia, de prevención de conductas criminógenas, destinado para quinto, sexto año, secundarias y preparatorias”, dijo.
En el auditorio de la Secundaria General Número 1 de Cuernavaca, policías federales ofrecieron una serie de conferencias a estudiantes.
El programa también contempla acercamiento con padres de familia y maestros, a quienes se les capacita en manejo de redes sociales y detección de problemas en los estudiantes.
“A raíz de los hechos violentos que se han suscitado en diferentes entidades federativas, es generar una cultura de paz, una cultura de la no violencia, una cultura de respeto, cultura de la legalidad y desde luego una cultura de la denuncia ciudadana, que si los jóvenes necesitan algún apoyo emocional, sicológico, se acerquen hacia las autoridades, hacia los directivos, hacia los padres de familia, los docentes y también mencionarle a los padres de familia cómo detectar conductas irregulares con los jóvenes, cómo hacer el manejo adecuado de las redes sociales”, expresó el comisario.
Los principales problemas escolares detectados son: bullying, ciberbullying, sexting, violencia escolar, acoso escolar, acoso sexual, maltrato físico, maltrato emocional o psicológico y trastornos alimenticios.
En el programa participan autoridades educativas y de salud, tanto estatales como federales.