Se establece como una forma de violencia que se ejerce a través de los medios de comunicación y plataformas digitales
La violencia mediática fue incorporada a la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia del Estado de Morelos como una forma de visibilizar las diferentes formas de agresiones que se ejercen a través de los medios de comunicación y plataformas digitales.
Con su publicación en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad”, entró en vigor la reforma a la Fracción VII y la adición de la Fracción VIII, al artículo 20 de esta ley, con el propósito de establecer la violencia mediática como un tipo de violencia, que puede aparecer en diferentes ámbitos sociales vinculada a la construcción de imágenes, símbolos e ideas para humillar o maltratar a las mujeres.
El decretó destacó que, después de Ciudad de México, Morelos, es la segunda entidad en legislar sobre la violencia mediática, que fue definida como “toda acción u omisión tendiente a la publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, así como la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes promoción sexualmente explicita, legitimando la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres”.
Hasta antes de la reforma, Ley de Acceso a una Vida Libre Violencia del Estado de Morelos sólo contemplaba cinco tipos de violencia contra las mujeres: la violencia psicológica y emocional; la violencia sexual; la violencia física; la violencia patrimonial; y la violencia económica.
Así, la violencia mediática se incorporó así como nuevo tipo de violencia, pero se recalcó que se considerará como agresión cualesquier otra forma análoga que lesione o seas susceptible de dañar la dignidad, integridad o libertad de las mujeres.
La vigencia de esta reforma ocurre en medio de un clima de preocupación y protestas por el aumento de los feminicidios en Morelos y el reciente asesinato de una joven estudiante de odontología, cuyo cuerpo calcinado se localizó en un paraje del municipio de Tepoztlán.